Un nuevo estudio de la Universidad Internacional de Florida y el Buró de Visitantes y Convenciones del Gran Miami, revela la crisis por la que atraviesa la industria del turismo y la economía de Miami-Dade en general, debido a la pandemia del coronavirus.
Hoteles y restaurantes de Miami-Dade han sufrido pérdidas de $3.36 billones por la pandemia del coronavirus
Un estudio de la escuela de hospitalidad y turismo Chaplin de FIU junto al Buró de Visitantes y Convenciones del Gran Miami, determinó que los restaurantes y hoteles de Miami-Dade han tenido más de $3.36 billones en pérdidas.

El estudio valora las pérdidas de restaurantes y hoteles en $3.36 billones, basado en los cierres obligatorios de negocios realizados entre marzo y agosto del 2020, para evitar la propagación del covid-19 en el condado.
De acuerdo con el estudio, en el tiempo de los cierres tanto los efectos directos como indirectos, entre los que se cuentan pérdida de ingresos, cadena de suministros, gastos comerciales, gastos operativos y el efecto dominó de los trabajadores bajo licencias no pagas que no gastaban en la economía local, generaron las multimillonarias pérdidas.
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Las pérdidas se calcularon comparando los ingresos de los hoteles y restaurantes en el mismo período del año anterior. Y a partir de los datos de ingresos fiscales del condado Miami-Dade, así cómo datos de ingresos de hoteles por habitación de empresas especializadas en inversiones de la industria de viajes y turismo.
“La economía del sur de Florida depende en gran medida de los negocios relacionados con la hospitalidad y los viajes, y el estudio muestra que si esos sectores están en caída, se producen enormes pérdidas financieras y un declive económico para toda la comunidad”, comentó Eric Beckman, profesor de gestión de ingresos en la escuela de hospitalidad y turismo Chaplin y autor principal del estudio.
El estudio también muestra el efecto que tuvo entre los empleados de estos establecimientos los cierres de la pandemia, pues dejaron de percibir $1.2 billones en salarios.
Entre los retos futuros que enfrenta la industria se cuentan nuevos brotes de coronavirus, la efectividad de una vacuna, la capacidad del consumidor para viajar, la confianza del consumidor y la importancia de las políticas de ayuda y apoyo del gobierno.











