El conocido bar y restaurante Ball and Chain de la Pequeña Habana permanecerá cerrado hasta nuevo aviso, según informó el martes la ciudad de Miami, porque encontraron irregularidades en los permisos de operación.
"Tienen un patio de pachanga sin permiso para vender una croqueta": Joe Carollo sobre cierre de Ball and Chain
El cierre del icónico restaurante y bar de la Pequeña Habana, Ball and Chain, ha causado polémica entre sus propietarios y políticos de la ciudad de Miami. Los dueños dicen que se trata de una persecución.

Una carta obtenida por Noticias 23 de la ciudad de Miami, explica textualmente que el certificado de ocupación que proporcionó Ball and Chain tenía información incompleta, engañosa y/o errónea, sobre los requisitos de seguridad contra incendios y la ley de estadounidenses con discapacidades.
Sin embargo, uno de los dueños del negocio asegura que detrás de la decisión está el comisionado Joe Carollo.
“Está teniendo un patio de pachanga cada noche, con música altísima y sin permiso de la ciudad para ni siquiera vender una croqueta o una arepa, y además no podía vender alcohol en ese patio”, contestó el comisionado Carollo.
Carollo también dijo que se pregunta cómo ningún inspector ni ningún director de departamento en la ciudad de Miami durante casi 6 años, se dio cuenta hasta ahora de lo que estaba pasando.
Por su parte, Bill Fuller, uno de los propietarios, dijo que a él si le habían aprobado los permisos, y acusó a los oficiales de los diferentes departamentos de haberlo “timado”. Dijo que tuvieron muchas oportunidades de apelar los planes y no lo hicieron.
Además, señaló que la decisión de cerrarlo está vinculada con el comisionado Carollo, de quien dijo que tiene un problema con la Calle 8, e informó que hace un tiempo había presentado una demanda contra el comisionado por una supuesta persecución hacia él.
Por su parte, el administrador de la ciudad de Miami, Art Noriega, confirmó en un comunicado que el bar y restaurante fue cerrado indefinidamente tras suspenderle su certificado de ocupación y revocarle el de uso.
Noriega agregó que no es la primera vez que los propietarios de Ball and Chain han violado algunas regulaciones de la ciudad y que las recientes acciones fueron tomadas por las autoridades de Miami para garantizar la seguridad y proteger a los residentes.
Con el cierre del restaurante y bar en la Pequeña Habana quedan desempleadas unas 120 personas, informó uno de los dueños del negocio.







