"Esperamos que él haga algo": cubanos varados en Armenia ponen sus esperanzas en Donald Trump

MIAMI, Florida.- Cuando Mónica Reyes y su familia se enteraron el pasado jueves del fin de la política 'pies secos, pies mojados' fue como si les tiraran encima un jarro de agua fría, más fría que las temperaturas de 20 grados Farenheit (-7 grados centígrados) que desde hace semanas tienen congeladas las tuberías de su casa en Yerebán, la capital de Armenia.

Esta cubana de 31 años y cinco miembros más de su familia, entre ellos su marido y sus hijos de 6 y 11 años, llevan un año y medio varados en este país a casi 7,000 millas de Cuba (más de 10,000 kilómetros) después de que un coyote que prometió llevarlos a EEUU los abandonase a su suerte en esta ex república soviética.

El enrevesado plan que les vendió este traficante al que pagaron miles de dólares era que viajarían hasta Rusia y pasarían por Armenia, Austria y Alemania antes de dar el salto a México para después cruzar por tierra la frontera con Estados Unidos.

Una vez allí y, como han hecho decenas de miles de cubanos que llegaron a EEUU sin papeles en los últimos 20 años, se acogerían a la 'política pies secos, pies mojados' y solicitarían el parole automático para quedarse en el país y recibir ayudas económicas y médicas.

Pero, primero el coyote los estafó y se quedaron sin dinero y sin papeles a miles de kilómetros de su casa. Y la semana pasada llegó la estocada final a sus ilusiones con el repentino fin de los beneficios a los inmigrantes cubanos en EEUU que anunció el presidente Barack Obama a poco más de una semana de dejar el poder.

"Ahora con esto de Obama, todos los cubanos que como nosotros que estamos en fronteras y en países lejanos esperando a llegar a la tierra de la libertad estamos esperando el día viernes a ver qué dice el señor (Donald) Trump", afirma Mónica Reyes.

¿Una excepción para los varados?

Para Reyes, como para otros cientos de cubanos a los que el fin de los beneficios migratorios en EEUU los dejó a la deriva en diferentes fronteras de América Latina e incluso en remotos países de Europa y Asia, su única esperanza es que el presidente electo revierta la decisión de la administración Obama o que haga una excepción con los que ya habían salido de Cuba cuando cambiaron las reglas de juego.

"Tenemos la esperanza que el señor Donald Trump le de la oportunidad a todos los cubanos varados, a los que están en la frontera con México que han vendido también todo y lo están pasando bien mal y que, aunque sea, nos de la oportunidad de ir a ese país", opina Mónica Reyes en conversación telefónica con Univision Noticias.

Ese es un comentario que se escucha también entre quienes se han quedado varados en la frontera de México con EEUU.

"Solo estamos pidiendo un perdón y una posibilidad de llegar a un país libre", le dijo a Univision Noticias Ángel Eduardo Díaz, en el lado mexicano del puente internacional que conecta con la ciudad de Nuevo Laredo (Tamaulipas) con Laredo (Texas), hasta donde han llegado decenas de cubanos que esperan algún tipo de ayuda del gobierno del presidente electo que tomará posesión este viernes.

La incógnita de Trump

Sin embargo, lo que hará el gobierno de Trump respecto a los inmigrantes cubanos continúa siendo una gran incógnita.

El presidente electo, que durante la campaña prometió revertir todas las políticas de Obama de acercamiento a Cuba, aseguró la semana pasada en una entrevista con Miami Herald que tomaría pronto una decisión sobre qué hacer con los beneficios a los inmigrantes cubanos, pero que antes debería consultarlo con sus asesores y con la comunidad cubanoamericana, a la que se le atribuye parte del éxito que tuvo en las elecciones de noviembre en Florida.

"La bola está ahora en la cancha de Trump pero han sido muy cautelosos, yo no he visto ninguna declaración oficial del equipo de transición de cuál va a ser su posición", le dijo a Univision Noticias el director del Insituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de Florida, Jorge Duany.

La otra gran pregunta es qué postura tomarán los influyentes congresistas de origen cubano de Florida al respecto.

"La reacción al anuncio de la política fue bastante diversa", reconoce Duany. "Hubo desde una condena muy fuerte del representante Mario Díaz Balart del cambio de política hasta algunas expresiones más moderadas de parte de Marco Rubio y de Ileana Ros-Lehtinen, que no parece que están en este momento planteando, por lo menos como grupo, un regreso a la política pies secos, pies mojados'".

Ayudas anónimas

Y mientras desde la arena política deciden qué pasos tomar frente al cambio de reglas, quienes han tomado la delantera en la ayuda a los cubanos varados son las organizaciones ciudadanas, que están recolectando ropa, alimentos y medicinas para entregar a quienes se quedaron varados a mitad de camino.

"Este es el momento de demostrar nuestro apoyo a las personas que dejaron y vendieron todo en Cuba para alejarse del régimen castrista para llegar a la nación de las oportunidades y que ahora están pasando malos momentos", afirmó en declaraciones a Efe el presidente de Cubanos en Libertad, Alejandro Ruiz. Organizaciones como la suya también se preparan para dar ayuda legal a los migrantes.

La familia de Mónica Reyes, en Armenia, también le debe mucho a las ayudas desinteresadas de algunos compatriotas como Jaime Parra, un cubano residente en Miami que se enteró de su historia y creó una página en GoFundMe para ayudarlos que ya ha reunido más de 4,000 dólares.

"Mucha gente nos ha ayudado y con eso vamos a pagar la renta. También hay una comunidad de cristianos en Canadá que están haciendo todo lo posible para que nos puedan dar refugio en ese país", explica Mónica. En su casa, los únicos que trabajan cuando pueden son su esposo y su padrastro que ganan entre 5 y 6 dólares al día en una fábrica de químicos y como soldador, respectivamente.

La familia, que cuando vivía en Cuba montó unos pequeños negocios de venta de paletas de helado y café, decidió dejar la isla tras sentirse perseguidos por su actividad política opositora, pero después del engaño del coyote acabaron en una situación muy complicada en Armenia, donde viven sin papeles.

" Nuestros días son bien grises, bien negros. Hay veces que no tenemos ganas ni de levantarnos y que hemos perdido las ganas de luchar y de vivir. Yo cada vez que veo a mis hijos me echo a llorar porque yo con tal de darles una libertad, mira ahora todo lo que están pasando. Salimos de una prisión para entrar en otra", lamenta Reyes.

Los pequeños, Karla de 6 años y Kevin de 11, no van al colegio después de que el traficante que los estafó, que también vive en Armenia, los amenazara con hacerles daño por haberlo denunciado.

Por eso, para la familia, la salida a cualquier país que no sea Cuba sería una buena opción y un día antes de la investidura de Trump, esperan que éste llegue a la Casa Blanca con buenas noticias para su comunidad: "Que por favor nos escuche, que aunque quite la ayuda, nos deje llegar por lo menos a la libertad o a cualquier otro país", suplica Reyes.