Omar Mateen, el autor de la matanza en la discoteca Pulse de Orlando en 2016, tuvo la intención de atentar en el conocido parque de atracciones Disney World y quería entrar con un arma escondida en un carrito de niño, según revelaron los fiscales este miércoles.
El autor de la masacre de Orlando tuvo primero la intención de atacar Disney World
Los fiscales del caso revelaron que Omar Mateen planeó entrar al conocido parque de diversiones escondiendo un arma en un carrito, pero el miedo a la policía le hizo cambiar de idea y acabó atacando el club Pulse, en donde mató a 49 personas.


Este dato se conoció en el juicio que se está celebrando contra su viuda, Noor Salman, y que se encuentra en la fase de conclusiones finales, luego que la defensa no consigueira que se anulara el proceso.
"El objetivo era Disney y su esposa lo sabía", indicó la fiscal Sara Sweeney en referencia al centro comercial a cielo abierto llamado Disney Springs, en el complejo de parques temáticos y atracciones de esa compañía. La fiscal basó sus acusaciones en la información obtenida del teléfono de Mateen y una grabación.
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Sweeney mostró un video de Disney Springs, donde hay un gran número de tiendas y restaurantes, en el que se vio a Mateen circulando cerca de la House of Blues pocas horas antes del atentado en Pulse, que fue inspirado en el grupo terrorista ISIS aunque aún no están claros sus lazos con células terroristas. En la grabación se ve al atacante observando a los agentes de seguridad. "Tuvo que elegir otro objetivo", afirmó la fiscal.
La fiscal afirmó que Mateen tenía pensado esconder su fusil de asalto en un cochecito de niño que fue hallado en el maletero de su automóvil y que no corresponde por tamaño a un niño de tres años, que era la edad que tenía su hijo en 2016.
Sweeney trata de demostrar que Salman era consciente del objetivo de su esposo y le ayudó a organizar la masacre. La mujer, de 31 años y origen palestino, se casó con Mateen en 2013 y tuvo un hijo con él ese mismo año.
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Quiénes eran las víctimas de la masacre de Orlando
Los abogados de la mujer han basado la defensa en mostrar a su cliente como una persona con un coeficiente intelectual bajo y sometida a su esposo, quien le ocultaba información.
Además, alegan que las declaraciones que Salman hizo al FBI después de la matanza, que son una pieza fundamental en la argumentación de la Fiscalía, no corresponden a las palabras de la acusada y que son falsas en muchos puntos.
Está acusada de ayudar y encubrir a su esposo a la hora de planear y ejecutar el atentado en nombre de la organización terrorista ISIS. Además, enfrenta cargos de obstrucción a la justicia. Si finalmente es hallada culpable, podría ser sentenciada a cadena perpetua.












