Los vehículos eléctricos reclaman las carreteras de Estados Unidos
La expansión de los puntos de suministro promete asegurar la autonomía de los vehículos eléctricos en EE.UU. en dos décadas
Atravesar Estados Unidos en un vehículo impulsado únicamente por energía eléctrica es aún una aventura. Recorrer las más de 2,500 millas que separan ambas costas requiere de una concienzuda planificación para no quedarse tirado entre decenas de gasolineras pero lejos de cualquier enchufe que alimente las baterías de litio. Recientemente, sin embargo, el transporte eléctrico ha comenzado a reclamar para sí los caminos que vertebran EE.UU., como ya ocurriera en el siglo XIX con el ferrocarril.
Según el Departamento de Energía, hay más de 29,700 puntos de carga para coches eléctricos en el país -que suponen tan solo una cuarta parte de las gasolineras disponibles-, de los cuales casi 9 de cada 10 forman parte de la red de la empresa californiana ChargePoint, la mayor en todo el mundo.
“En el últimos años hemos crecido en 10,000 puntos de suministro y estamos instalando entre 600 y 800 más al mes”, dijo la directora de comunicación de ChargePoint, Erin Mellon, a Univision Noticias. Esos números escenifican, a su juicio, el “despegue” de esta industria que aspira a enterrar una de las mayores fuentes de gases de efecto invernadero durante las próximas dos décadas.
“El impacto que vamos a tener en el futuro es enorme”, dijo Mellon.
Según estimaciones de esa empresa, si en la próxima década todos los autos del país fueran propulsados por electricidad se evitaría el vertido de 12 billones de toneladas métricas de dióxido de carbono a la atmósfera, lo que equivaldría a las emisiones de combustible fósil de EE.UU. de 2.5 años.
Expansión
La implantación de esta tecnología avanza rápido en ambas costas del país, pero en estados como Arizona, Dakota del Norte y del Sur, Idaho, Montana, Nevada, Nuevo México o Wyoming, la presencia de estos surtidores deja aún mucho que desear, tal y como relata Terry Hershner, un pionero de los viajes de larga distancia en transporte eléctrico.
“Va a llevar un tiempo hasta que seas capaz de ir a cualquier parte en un vehículo eléctrico si vives al este del Misisipi”, comentó Hershner. “En mi mente no hay duda de que es ahí hacia donde vamos, que lleve 15 ó 20 años no estoy seguro, pero será el futuro para todo el mundo”, añadió.
Lo cierto es que, según datos del Departamento de Transporte, un conductor que viva en una zona urbana y utilice el automóvil para desplazarse por ciudad podría cambiar ya su modelo propulsado por gasolina y sustituirlo por uno eléctrico sin temor. La autonomía de un vehículo eléctrico por cada carga completa ronda las 80 millas, más del doble de la distancia media que recorre un utilitario en EE.UU. cada día.
Precio y descuentos
“Educar a la población sobre los beneficios de estos vehículos es muy importante”, declaró Mellon, que constató que el desafío que enfrenta este sector no es solo técnico. La falta de conocimiento, la desconfianza o la poca variedad en la oferta de estos automóviles son algunos de los factores que contribuyen a retraer al potencial comprador. El precio también, aunque Mellon insiste en que las subvenciones públicas contribuyen en gran medida a eliminar esa barrera.
Una persona que adquiera ahora un coche eléctrico en California, por ejemplo, recibiría una rebaja fiscal federal de hasta 7,500 dólares en su declaración anual de impuestos y un cheque de las arcas estatales de hasta 5,000 dólares. A esto hay que sumar que esos autos requieren escasa inversión en mantenimiento y recargar la batería tiene un coste muy bajo, 2,6 dólares frente a las decenas de dólares que supone llenar un depósito con gasolina.
Si bien son vehículos tecnológicamente avanzados y silenciosos, su gama se reduce a modelos pequeños y urbanos, principalmente. Además, es muy convenitente que el comprador tenga acceso a un punto de carga eléctrica especializado en su domicilio, lo cual añade otro obstáculo.
Autonomía
Hay edificios que ya están instalando estos sistemas en sus garajes para atraer inquilinos, lo mismo que empresas, que ofrecen ese servicio como aliciente a sus empleados. Quienes vivan en residencias no adaptadas, tendrán que solicitar su propia estación de carga.
ChargePoint ofrece planes de suscripción de 40 dólares mensuales por poner su tecnología a petición de un cliente en un edificio de apartamentos. Para casas individuales cobra 500 dólares por su estación de carga, contó Mellon. Respecto al desgaste de las baterías, una de las principales preocupaciones de los dueños de estos vehículos, recientes estudios indican que a pesar de la pérdida de capacidad que se produce con las cargas sucesivas, su vida útil para traslados por ciudad es muy larga.
“Nosotros no hemos visto en estos años degradación en la calidad de la velocidad de carga ni en la distancia que puedes recorrer”, manifestó Mellon.
Hershner insiste en que en estos momentos un vehículo eléctrico es una buena idea como segundo automóvil para la familia.
Con el fin de acelerar esa transformación automovilística, ChargePoint se asoció con BMW y Volkswagen para crear corredores de recarga exprés que permitan a los conductores hacer viajes de larga distancia de forma cómoda. La iniciativa fue reconocida por Naciones Unidas con el premio Actividades Faro 2015 de Impulso para el Cambio, un galardón que se concedió en el marco de la última cumbre climática celebrada en París.
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Estos puntos rápidos de repostaje eléctrico cargan el 80% de la batería en apenas 30 minutos, a diferencia de los sistemas convencionales donde ese proceso se demora horas. El fabricante de automoción Tesla cuenta con un servicio parecido para sus vehículos, llamado Supercharger, de los cual existen 576 estaciones en EE.UU.
“Nos ponemos como objetivo ubicar estos surtidores eléctricos entre ciudades para facilitar este tipo de viajes y que puedas depender del vehículo eléctrico como tu único coche”, apuntó Mellon. Estas estaciones exprés se encuentran a menos de una milla del acceso a una autopista principal y a 50 millas de distancia unas de otras. A juicio de Mellon, es inminente que se pueda recorrer California de norte a sur en uno de esos autos de forma ágil y sin preocupaciones.
Esa tecnología le habría facilitado mucho la vida a Terry Hershner, apodado “Electric Terry”, en 2014, cuando se propuso viajar desde el norte de California hasta la frontera con México y regresar en menos de 24 horas a bordo de su motocicleta eléctrica, un vehículo fabricado por Zero que modificó para que se pudiera cargar usando varios surtidores de forma simultánea con el fin de reducir el tiempo de espera.
En 2013 Hershner logró cruzar EE.UU. en su moto. En 2016 volverá a repetir la hazaña aunque en esta ocasión con una motocicleta eléctrica sin modificar, tal y como sale de fábrica, con la intención de probar que lo que hasta ahora era casi una misión imposible, es una realidad.