Lo condenan a vida en prisión por estrangular, mutilar y quemar a una joven de Los Ángeles

Cuando Mackenzie Lueck, de 23 años, acordó conocer a Ayoola A. Ajayi en una aplicación de citas nunca imaginó que él ya tenía planeado cómo matarla, “solo por el deseo de saber qué se siente matar”. El confeso asesino fue sentenciado a cadena perpetua, sin derecho a libertad condicional.

Video Confirman la muerte de la estudiante de Los Ángeles desaparecida en Utah, tras asistir al funeral de su abuela

LOS ÁNGELES, California. - La familia de Mackenzie Lueck, una joven de Los Ángeles que estudiaba en una universidad de Utah y fue estrangulada y quemada en 2019, llamó "monstruo" a Ayoola A. Ajayi, el hombre que se declaró culpable de asesinarla "solo por querer matar" y quien fue sentenciado a cadena perpetua por el crimen el 23 de octubre pasado.

Por más de un año, los padres de Mackenzie Lueck, de 23 años, habían permanecido en silencio con relación al caso de la joven, cuya desaparición y asesinato causó conmoción en Estados Unidos. Sin embargo, durante la audiencia de sentencia de Ajayi, lo confrontaron y lo llamaron "monstruo".

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El padre de la víctima, Gregory Lueck, le dijo a Ajayi que no sentía compasión por él porque él no había mostrado compasión por su hija y dijo que espera que pase el resto de su vida en prisión “mirando por encima del hombro con miedo”.

Durante el juicio, Ajayi confesó que planeó la muerte de Mackenzie Lueck, a quien conoció en una aplicación de citas y con quien acordó encontrarse en un parque el 17 de junio de 2019. Lueck regresaba a Utah tras los funerales de su abuela y no esperó a llegar a su casa para encontrarse con su asesino esa misma noche en un parque al norte de Salt Lake.

Sin embargo, tras su encuentro inicial se dirigió a la casa de su cita, sin imaginar que minutos más tarde, y sin motivo sería atada, estrangulada, quemada y sus restos escondidos mientras la policía y sus seres queridos la buscaban.

El caso de Mackenzie Lueck acaparó los titulares en Estados Unidos el verano de 2019. Su desaparición fue misteriosa y movilizó a la policía y voluntarios de Utah donde estudiaba y de Los Ángeles en donde residía. Sin embargo, 11 días más tarde, los detalles del hallazgo de sus restos desataron una profunda tristeza.

Partes del cuerpo de la joven se encontró en el patio trasero de Ajayi en Salt Lake City. Más tarde, Ayaji dijo a la policía que enterró el resto de su cuerpo en una tumba poco profunda en un cañón casi 100 millas (161 kilómetros) al norte, donde fue encontrada con los brazos atados a la espalda.

"Señor y señora Lueck, lamento lo que hice. Merezco lo que voy a recibir", dijo Ajayi. "Sé que esto no la traerá de vuelta", dijo el asesino cuando le fue permitido hablar en la corte.

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Ajayi se declaró culpable a principios de este mes de asesinato agravado y profanación de un cadáver en un acuerdo con los fiscales que eliminó la posibilidad de la pena de muerte. Los fiscales retiraron los cargos de secuestro agravado y obstrucción a la justicia.

De acuerdo con los fiscales, Ayoola A. Ajayi de 32 años, nativo de Nigeria, era un residente legal. Era un trabajador de tecnología y sirvió como reservista en la Guardia Nacional del Ejército de EEUU.

Los motivos que Ajayi tendría para asesinar a Mackenzie Lueck no han sido determinados por las autoridades. Sin embargo el fiscal Marc Mathis dijo en la audiencia que la evidencia sugiere que Ajayi quería saber qué se sentía al matar a alguien.

"Esto fue asesinato por asesinato", dijo Mathis, de la Oficina del Fiscal de Distrito de Salt Lake.

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