"Él quería sangre": el relato de una sobreviviente del tiroteo en una escuela de San Bernardino

Una de las asistentes de la profesora Karen Smith, quien murió junto a un estudiante en la balacera, contó los instantes de horror vividos en un aula de la escuela North Park.

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LOS ÁNGELES, California.- Una profesora asistente que sobrevivió al tiroteo en la escuela North Park de San Bernardino, California, relató el horror que se vivió en el salón B1 cuando un hombre entró armado con un revólver y mató a tiros a su esposa, una maestra y a un alumno hispano de 8 años. Otro estudiante, de los 14 que había en el aula, también resultó herido.

"No siento que él solo iba por Smith, él quería sangre", contó al diario Press-Enterprise Jennifer Downing, una maestra auxiliar que el pasado lunes alcanzó a librarse de los diez balazos que detonaron del revólver que empuñaba Cedric Anderson, quien tras asesinar a su pareja se quitó la vida.

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"Cuando levanté la mirada él estaba apuntando con el arma y disparando", relató Downing, quien cree que el blanco no solo era la profesora Karen Smith, sino otra profesora auxiliar, quien recién había sido asignada al grupo.

Su compañera le contó que el atacante la apuntó y jaló el gatillo del revólver, con capacidad para seis tiros, pero estaba descargado. "Ella dijo que le apuntó con el arma", recuerda Downing.

Durante el tiroteo, estaban en el salón 14 estudiantes -del primero al cuarto grado- con necesidades especiales (la clase es de 15, pero ese día uno se reportó enfermo), incluidos niños diagnosticados con autismo, hiperactividad y déficit de atención.

El estudiante que falleció, Jonathan Martínez, padecía del Síndrome de Williams, un trastorno genético que causa problemas cardiovasculares. En tanto, el alumno de 9 años que fue alcanzado por una bala y se recupera en el hospital, Nolan Brandy, se recupera en el hospital, indicó su familia.

Ese día, faltaban 20 minutos para el recreo y la clase estaba concentrada en una actividad. Downing asegura que no se percató de la presencia de Anderson hasta que escuchó las detonaciones. Mientras procesaba lo que ocurría vio a la maestra Smith tendida sobre el escritorio. El alumno que faltó ese día -señaló- habría estado sentado justo entre la profesora y el atacante.

"Vi cómo le disparaban (al niño que está en el hospital). Primero vi una reacción de él antes de ver baleada a la maestra Smith. Así que mi mente pensaba: 'él le está disparando a todos’", relató la asistente al diario.

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Escapando del horror

Anderson no pronunció una sola palabra mientras accionaba su revólver Magnum calibre .357. Entre el desconcierto, Downing cuenta que no vio en ningún momento a Jonathan, quien fue declarado muerto en el hospital.

"Cuando reaccioné, el niño que estaba a mi lado reaccionó y nos caímos uno sobre el otro", dijo Downing. “Me tropecé sobre él y recuerdo que lo agarré del cuello diciendo: ‘levántate, levántate’”, agregó la docente, quien se escondió con el niño detrás de un mueble de baja altura. Cuando el atacante dejó de disparar ella salió con dos alumnos. Sin verlo a los ojos, gritó: “¡Salgan! ¡Salgan!”.

“Cuando llegué a la puerta, me di la vuelta por medio segundo. Ahí es cuando vi a todos los niños detrás de mí y ahí es cuando corrimos”, continuó.

Downing se dirigió con nueve niños, incluido el que estaba herido, a la dirección de la primaria, que está cerca del aula, para reportar lo que estaba pasando. “Dije: ‘Un hombre está ahí, él acaba de balear y matar a la maestra Smith’”.

La docente y los niños que evacuó se encerraron en un baño de la oficina, mientras alguien pidió ayuda al servicio 911. Una maestra aplicó presión sobre la herida de bala de Nolan. La Policía indicó que el menor recibió un tiro en la parte superior de su cuerpo.

Según Downing, antes de que Anderson cargara su arma y efectuara otros cuatro disparos todos los estudiantes ya habían salido del aula. Una de esas balas usó el hombre para suicidarse.

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Dentro del baño, la asistente pensó en los niños que había dejado atrás y sintió remordimiento. “Tenía miedo de que todavía estuvieran en ese aula y de que los había dejado vulnerables”, señaló.

La docente dijo que sabía que la maestra Smith estaba en proceso de divorcio, pero jamás escuchó sobre las amenazas que le había hecho el hombre con el que había contraído matrimonio en enero. Las autoridades creen que el ataque se derivó de un reclamo por supuesta infidelidad. El incidente sigue bajo investigación.

No está claro cuándo regresarán a clases los niños del aula B1. La primaria North Park planea reabrir el lunes 17 de abril.