El día que 28 inmigrantes murieron al estrellarse el avión en el que eran deportados

Al cumplirse 70 años de una de las peores tragedias de la aviación en California, el Senado estatal intenta hacer justicia para las víctimas: trabajadores agrícolas que durante décadas permanecieron en el olvido. Hasta ahora se reconocen los esfuerzos de quienes hicieron posible recuperar los nombres de todos los que murieron, quienes solo habían sido identificados como "deportados".

Esta lápida fue colocada 55 años después del accidente aéreo en el que murieron 28 trabajadores agrícolas que iban a ser deportados.
Esta lápida fue colocada 55 años después del accidente aéreo en el que murieron 28 trabajadores agrícolas que iban a ser deportados.
Imagen Michael Robinson Chavez/LA Times vía Getty Images

LOS ÁNGELES, California.-Todos los cultivos están listos y los duraznos se están pudriendo, las naranjas se amontonaron en sus depósitos de creosota. Los están volando de regreso a la frontera con México, a gastar todo su dinero para cruzar de nuevo”.

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Es la traducción de una estrofa del poema Deportee (deportado), también conocido como ‘ Plane Wreck at Los Gatos’ (los restos del avión en Los Gatos) que compuso el cantante Woody Guthrie sobre un accidente aéreo ocurrido el 28 de enero de 1948 en el valle central de California.

Ese día murieron 28 trabajadores agrícolas y cuatro miembros de la tripulación que viajaban en un avión de la Segunda Guerra Mundial, un Douglas DC-3 operado por la Airline Transport Carriers bajo contrato del Servicio de Inmigración y Naturalización (INS), lo que hoy se conoce como Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).

Los 28 campesinos, que en su mayoría participaban en el programa para trabajadores agrícolas 'Bracero', eran trasladados de Oakland a El Centro, en California, para ser deportados a México luego de que se les venciera el permiso de trabajo a algunos y otros porque no tenían papeles.

Pero la aeronave, con capacidad para 26 personas, presentó una falla en el tanque de combustible y tras explotar cayó en las inmediaciones del cañón Los Gatos de la cordillera conocida como Diablo Range, unas 20 millas al oeste de Coalinga, en el condado de Fresno.

Al día siguiente, al darse a conocer la noticia, solo se publicaron los nombres del piloto, el copiloto, una azafata y un guardia del INS como parte de las víctimas.

Los otros 28 fueron identificados simplemente como "deportados" y sus cuerpos fueron sepultados en una fosa común de un cementerio de Fresno con una lápida marcada como "Mexican Nationals" (ciudadanos mexicanos).

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El poema de Woody Guthrie que en 1957 se convirtió en una canción de protesta y el único homenaje en memoria de los fallecidos que habían quedado en el anonimato: Goodbye to my Juan, goodbye Rosalita. Adiós mis amigos, Jesús y María, dice otro verso asignando nombres ficticios a las víctimas.

En los años venideros nadie más se preocuparía por saber quiénes eran esos 28 campesinos por lo que fueron destinados al olvido, hasta que en 2009 el escritor Tim Z. Hernández, inspirado por la canción de Guthrie, se dio a la tarea de hurgar en los archivos de panteones, iglesias, registro público y otras oficinas de Fresno para recuperar la historia de esos inmigrantes.

En su libro All they will call you, Hernández reconstruye la que es considerada como una de las peores tragedias aéreas en la historia de California y registra los nombres de cada uno de ellos en un intento por recuperar la memoria de quienes resultaron ser 25 hombres y 3 mujeres.

De hecho, tras una revisión en los archivos de la Administración Federal de Aviación (FAA) sobre accidentes aéreos en California, verificamos que no existe información oficial sobre este incidente.

La lista final con los nombres de los 28 deportados que murieron aquel 28 de enero se dio a conocer en 2013 en una ceremonia llevada a cabo en el mismo panteón donde reposan sus restos, el mismo donde 10 años antes solo se había colocado una placa conmemorativa, pero sin nombres.

California recuerda a los 28

Al cumplirse 70 años de la tragedia del Douglas DC-3, el Senado de California reconoció esta semana el esfuerzo de Tim Z. Hernández y otros activistas que se dedicaron a investigar y revelar los nombres de las víctimas olvidadas de ese accidente.

"Fue un accidente muy triste, pero más triste aún fue como se trataron estas muertes. Ellos estaban ayudando a nuestra economía, a nuestro gobierno en tiempo de guerra y fueron tratados como personas que no merecían dignidad ni respeto": senador Ben Hueso.


"Esperamos darle esa dignidad y respeto que no se les dio", mencionó Hueso.

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El gobierno nunca se esforzó por identificar a esos "deportados" ni mucho menos por avisar a sus familiares, reprochó el legislador demócrata.

"Ahora tenemos los nombres y podemos seguir con la memoria de personas reales, con familias, con sueños, con tiempos duros trabajando en los campos de California", dijo por su parte el senador demócrata Bill Monning.

Para Hernández, lo que hizo el Senado estatal no tiene precedentes, ya que ninguna entidad gubernamental había reconocido la indignante forma en que fueron tratadas las víctimas de aquel accidente, la cual pretendía ser borrada de la historia.

"Dado el contexto de lo que está sucediendo ahora en todo el país -agregó Hernández-, este es un logro pequeño, pero significativo, ya que al menos en la capital del estado nuestra humanidad está en primer plano".

Por su nombre…

Miguel Negrete Álvarez
Tomás Aviña de Gracia
Francisco Llamas Durán
Santiago García Elizondo
Rosalío Padilla Estrada
Tomás Padilla Márquez
Bernabé López García
Salvador Sandoval Hernández
Severo Medina Lara
Elías Trujillo Macías
José Rodríguez Macías
Luis López Medina
Manuel Calderón Merino
Luis Cuevas Miranda
Martín Razo Navarro
Ignacio Pérez Navarro
Román Ochoa Ochoa
Ramón Paredes González
Guadalupe Ramírez Lara
Apolonio Ramírez Placencia
Alberto Carlos Raygoza
Guadalupe Hernández Rodríguez
María Santana Rodríguez
Juan Valenzuela Ruiz
Wenceslao Flores Ruiz
José Valdivia Sánchez
Jesús Meza Santos
Baldomero Márquez Torres
Frank Atkinson (piloto)
Marion Ewing (copiloto)
Lillian Atkinson (azafata)
Frank Chaffin (guardia INS)

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"Adiós mis amigos, Jesús y María"

El poema de Guthrie fue transformado en canción en 1957 por el músico Martin Hoffman, la cual llegó a ser interpretada por decenas de artistas, entre ellos Bob Dylan, Johnny Cash, Bruce Springsteen y Dolly Parton, y se convirtió en un himno en contra de las injusticias hacia los inmigrantes de la época, las mismas que parecen prevalecer 70 años después.

En este video Bob Dylan y Joan Báez interpretan ' Deportee/Plane Wreck at Los Gatos':

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