“Le hizo creer que Dios la mataría”: la amenaza a una víctima de un pastor que abusaba de menores

HOUSTON, Texas. – Tras un juicio que duró dos semanas, un juez del condado Montgomery condenó a 75 años en prisión a Ronald Wayne Mitchell, de 59 años, por cinco cargos de abuso sexual a menores, informó la fiscalía.

Mitchell era pastor en el templo Body of Christ Ministry, en el poblado de Conroe, al norte de Houston, y según la acusación en su contra, había llevado a vivir en su residencia a varios miembros de su congregación religiosa, i ncluyendo niños que no iban a la escuela pública sino que eran educados en este lugar.

Una de las víctimas del religioso declaró en el juicio que él la había agredido sexualmente entre 2015 y 2016, cuando ella tenía 15 años.

La chica nunca habló sobre el abuso en ese entonces porque el pastor “le hizo creer que Dios la mataría si le contaba a alguien lo que estaba ocurriendo” y que sería responsable de que “el movimiento” (que formaban) fuera destruido, según información reveladada por fiscales del condado Montgomery.

La madre de la menor había solicitado a las autoridades que le ayudaran a sacarla de ese lugar, desconociendo el abuso. Una oficial que asistió a la madre en su denuncia indicó que cuando trató de convencer a la chica de dejar la residencia del pastor, donde ella y otros miembros de la iglesia vivían, notó que la menor tenía miedo incluso de cruzar la puerta de entrada de la casa.

Luego de escuchar los testimonios de varios testigos contra el pastor, el jurado del caso dictaminó una sentencia de 15 años en prisión por cada uno de los cinco cargos de los que lo hallaron culpable.

El pasado lunes 29 de enero, se realizó una audiencia para que el que el juez a cargo determinara si Mitchell pagaría los 15 años por cada cargo de manera simultánea o sí cumpliría una sentencia detrás de la otra, para un total de 75 años en prisión.

Luego de escuchar los argumentos de los abogados, el magistrado decidió por la segunda opción.

El sentenciado no tiene derecho a libertad condicional porque en el pasado fue convicto por un delito relacionado con drogas.

La investigación en contra del pastor Mitchell inició en octubre de 2016, luego de que la víctima menor de edad le contó a su madre lo que le había hecho el religioso.

El investigador principal del caso entrevistó a múltiples testigos y adelantó un allanamiento en la propiedad de Mitchell, con la asistencia de varios detectives.

Luego de las pesquisas descubrieron que había seis o siete familias viviendo en el lugar y encontraron evidencia del grado de control que el pastor ejercía sobre estas personas.

Una mujer que perteneció a la supuesta comunidad le contó a los detectives que ella había sido "juzgada" por el pastor y había sido separada de la iglesia por ser “rebelde”. Declaró que como no tenía a donde ir porque su familia vivía en esa propiedad, se vio forzada a dormir en las afueras de la casa dentro de una camioneta por varios meses hasta que Mitchell le permitió regresar.

El abogado defensor del religioso argumentó que la fiscalía estaba atacando a su cliente por sus creencias religiosas, el ente acusador sostuvo que el hombre usaba la religión para controlar y manipular a los miembros de su comunidad.

“El acusado era como cualquier otro depredador de niños. Usaba los medios necesarios para ganarse la confianza de las personas cercanas a los menores y convencía a las víctimas a guardar silencio”, dijo Nancy Hebert, una de las fiscales del caso. “En lugar de usar regalos o amenazas, el agresor usaba las creencias religiosas de sus victimas para ejercer control”, agregó.

Durante el juicio, los fiscales dijeron que el religioso les pedía a los miembros de la iglesia que no tuvieran contacto con sus familiares que no pertenecieran a esa congregación.

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