Jordin Roache, de 21 años, fue condenado a 10 años en prisión tras admitir ser el autor del asesinato de Kaytlynn Cargill y haber tirado su cuerpo en un basurero municipal.
Asesinato de Kaytlynn Cargill: un caso que conmocionó a toda una comunidad en Texas
Una Alerta Amber que no se emitió, un arresto tardío tras hallar el cuerpo en un basurero y años en espera de un juicio: así fue el largo proceso para llegar a la condena de Jordin Roache, tras el crimen de la niña Kaytlynn Cargill, un hecho que conmocionó a una ciudad.

El crimen ocurrió en 2017, cuando la víctima tenía 14 años y la policía investigaba su desaparición en Bedford, una ciudad al noreste de Fort Worth.
El cadáver de la chica fue hallado el 21 de junio de 2017, dos días después de que su familia la reportara como desaparecida. Los investigadores del caso determinaron que la habían matado a martillazos tras participar en una venta de marihuana, según testimonios consignados en documentos judiciales.
El arresto de Roache, quien en ese entonces tenía 16 años, ocurrió el 1 de septiembre de 2017, más de dos meses después del hallazgo del cuerpo.
El joven estuvo detenido varios años en espera de ser juzgado como adulto, pero por varias razones, incluidas la pandemia del coronavirus, el juicio se retrasó. Al final, el acusado llegó a un acuerdo con los fiscales y se declaró culpable, lo que llevó a la condena de 10 años.








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