Las latinas reclaman mayor visibilidad en el movimiento 'Yo también'

Cuando se les preguntó si alguna vez habían sufrido asalto o acoso sexual, 20 de las 23 mujeres latinas en la sala levantaron la mano. En una discusión del 27 de abril pasado organizada por el grupo Mujeres Latinas en Acción en el Museo Nacional de Arte Mexicano, muchas de las asistentes dijeron que no se sienten representadas en la campaña nacional sobre el asalto sexual, ‘ Me Too' también conocido como 'Yo También’.
Mujeres Latinas en Acción organizó el panel para concluir una serie que conmemoraba el Mes de Concientización sobre la Agresión Sexual. Entre las panelistas estuvieron Norma Celidon, ex-directora de Mujeres Latinas en Acción, Karla Altmayer, cofundadora de la Coalición Contra el Acoso Sexual en el Lugar de Trabajo, y Maritza Reyes, Directora del Programa de Agresión Sexual en Mujeres Latinas En Acción.
Según National Latina Network, una de cada tres latinas ha experimentado algún tipo de violencia doméstica, y según el Centro de Defensa de la Violencia Doméstica Infantil, muchas latinas experimentan abusos en el hogar, y muchas veces se encuentran mal informadas sobre los derechos legales y los recursos con que ellas cuentan.
Los estigmas que aún rodean a las conversaciones sobre agresión sexual, especialmente en la comunidad latina, ciertamente no ayudan con este problema.
Durante la discusión, la panelista Norma Celidon dijo que es importante que la comunidad latina pueda ver a celebridades, que se parecen a ellas, hablar sobre la violencia sexual. Es una manera de verse representadas.
Celidon confesó que finalmente se sintió conectada con el movimiento 'Yo También' cuando la galardonada actriz mexicana Salma Hayek compartió su historia de violencia y presión sexual a manos del productor de Hollywood, Harvey Weinstein, quien fue acusado de agresión sexual por más de 30 mujeres del mundo del espectáculo.
En diciembre de 2017 Hayek dijo a los periodistas que en repetidas ocasiones -y durante varios años- dijo "no" a las insinuaciones sexuales del productor, en “hotel tras hotel, locación tras locación, donde aparecería inesperadamente”. Mientras Hayek intentaba producir Frida, una película sobre la artista Frida Kahlo, Weinstein la presionaba para que hiciera una escena de sexo totalmente desnuda que no estaba en el guión. Esto causó que ella sufriera un ataque de nervios, añadió Hayek.
Celidon dijo que las discusiones sobre la violencia sexual en la comunidad latina “son cruciales para nuestro descubrimiento y nuestras capas de visibilidad en el movimiento. Cuando ves a alguien que aparece y que levanta la voz, comienza una discusión en tu comunidad, y lo necesitamos”, añadió Celidon. “Necesitamos representación cultural con celebridades como Salma Hayek y América Ferrera”, refiriéndose a la actriz que reveló en octubre de 2017 que había sido agredida sexualmente cuando tenía 9 años de edad.
La panelista Karla Altmayer dijo que el miedo que incluso las latinas famosas enfrentan cuando se atreven a contar sus historias demuestra cuánto más devastadora es la violencia sexual en las comunidades de bajos ingresos, quienes no cuentan con recursos.
Altmayer comenzó su organización, Healing to Action, con la misión de acabar con la vergüenza y el estigma de ser una sobreviviente de asalto sexual en la comunidad latina. Su trabajo ha encontrado que existe una disparidad económica en la problemática de la violencia sexual. El 25% de las trabajadoras de bajos salarios en los Estados Unidos son latinas, y es probable que experimenten una cantidad abrumadora de violencia que nunca se informa o se reporta.
Las mujeres latinas que asistieron al panel hablaron sobre sus experiencias. Inés Ortiz, una madre que vive en Pilsen, dijo que siente que hay una barrera del idioma en el movimiento Me Too, porque los medios de habla hispana no están hablando de ello. “Necesitamos que las latinas digan ‘Yo También’. Necesitamos nuestro propio movimiento”, dijo Ortiz.
“Pero, ¿cómo sería un movimiento latino?” Maritza Reyes administró una pequeña encuesta a las latinas en la comunidad y descubrió que muchas mujeres de color no se sienten representadas en el movimiento. “Hablar sobre el sexo en la comunidad latina ya es tabú, y aún más cuando se habla de una forma negativa de abuso sexual y violencia sexual”, dijo Reyes.
Como el movimiento 'Me Too' tiene mucho que ver con la autoidentificación, muchas mujeres latinas no participan, por diversas razones. “Algunas personas temen que puedan etiquetarse negativamente al identificar y publicar en una plataforma pública, y podrían atraer el trauma de esa experiencia”, explicó Altmayer.
“A menudo no hay oportunidades económicas en la comunidad latina para convertirse en activista; [estas mujeres] están sobreviviendo y trabajando, cuidando a las familias”.
Mona Noriega, la moderadora del panel, dijo que la violencia sexual a menudo no se toma en serio entre las familias, y casi todas las latinas en la sala coincidieron en que habían escuchado historias sobre “abusos de sus abuelos para hacer de ella su esposa”, entre otros casos.
En lugar de una forma tradicional de activismo y manifestación pública, la activista local Aurora Pineda sugirió que el movimiento ‘Yo También’ debería consistir en crear un espacio para que las mujeres cuenten sus historias. Debe hablarse de la violencia sexual en el hogar, añadió, ya que los latinos tienen una unidad familiar muy estrecha.
“Necesitamos crear conciencia en las familias, las iglesias y las escuelas, donde los latinos pasan su tiempo”, sugirió Pineda. “También tenemos que infundir respeto en los miembros de nuestras familias, especialmente en los niños, para que el problema no se repita por generaciones”. Reyes estuvo de acuerdo, comentando que los hombres también deberían unirse a la conversación porque son los que más comúnmente presentan mala conducta sexual.
“A menudo en la comunidad, existe el complejo madonna-whore, que justifica la violencia para las mujeres que ya no se consideran mujeres vírgenes y puras”, señaló Reyes. “Esas ideas deben ser interrumpidas a una edad temprana. Una vez que deja de ser solo un problema de mujeres, podremos cambiar la comunidad”.
*Savannah Eadens es estudiante de periodismo multimedia en Columbia College Chicago.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.