Ayuntamiento de Bakersfield aprobó mantenimiento de gallineros residenciales en la ciudad
En una cerrada votación de 4 contra 3, el ayuntamiento de Bakersfield dio luz verde para que las familias de la ciudad críen hasta 12 gallinas en casas unifamiliares, venciendo a la oposición organizada contra los gallineros residenciales.
El ayuntamiento decidió permitir un número escalado de gallinas en cada propiedad dependiendo del tamaño del terreno. Los gallineros residenciales podrán tener desde cuatro gallinas en propiedades donde el gallinero está a 10 pies de distancia de un edificio residencial distinto a la residencia de los dueños del gallinero. Para poder criar el máximo de 12 gallinas los gallineros residenciales deberán estar a un mínimo de 30 pies de distancia de la residencia externa más cercana.
Los miembros de la junta intentaron abordar las quejas de los opositores a la medida. Los gallineros residenciales solo podrán contar con gallinas, por lo que los gallos, que son mucho más ruidosos, siguen siendo ilegales según la ordenanza. La ordenanza también establece que los gallineros deben mantenerse limpios y libres de olores, pero no se incluyeron restricciones para que las gallinas puedan deambular libremente por los patios traseros durante el día.
La ordenanza incluye a la gran mayoría de las viviendas unifamiliares de Bakersfield, incluyendo las zonas R-1. Según el Departamento de Servicios de Desarrollo al menos 83,335 parcelas dentro de la ciudad están posibilitados para establecer gallineros urbanos bajo la nueva ordenanza.
La Asociación de Agentes Inmobiliarios de Bakersfield, por medio de su presidente Ronda Newport se opuso a la aprobación de la ordenanza. “El efecto dominó y las consecuencias acumulativas no deseadas de estas ambiciosas ordenanzas son de gran alcance, y no creemos que todas las posibilidades hayan sido examinadas completa y adecuadamente”, escribió Newport en una carta al ayuntamiento, llamando al establecimiento de "restricciones más claras sobre el tamaño de los lotes, de las separaciones, y limitaciones claras para proteger la integridad y la seguridad de nuestros vecindarios".
A pesar del reciente repunte de la oposición, muchos residentes de la ciudad expresaron su apoyo a la aprobación de la ordenanza. A medida en que avanzó la reunión, una gran número de oradores se pronunció a favor de los gallineros residenciales, muchos de ellos habían asistido a la reunión con el único propósito de apoyar la medida, y hablaron de los beneficios de la utilización de la propiedad para obtener independencia alimentaria y fomentar el compañerismo.
El concejal Bob Smith, quien ha sido un partidario de los gallineros residenciales desde que se comenzó a hablar de la idea dijo: “Creo que somos una comunidad familiar y esta es una gran actividad familiar”.