Sobreviviente de violencia doméstica comparte su dolorosa historia para inspirar a otras a buscar ayuda

CHANDLER, Arizona.- Durante cinco años, Sandra Patarroyo estuvo en una relación violenta con un hombre que casi la mata.

“ Me clavó el cuchillo. Yo pensé que era lo último, y yo sangraba y sangraba”, cuenta esta sobreviviente de violencia doméstica que ahora se ha convertido en una activista que busca ayudar a otras víctimas como ella. A su agresor le dieron dos años de cárcel por apuñalarla. En agosto, salió en libertad condicional y desde ese momento, ella no tiene paz.

“Después de una experiencia como esa, no se puede ser la misma persona. Uno se hace más fuerte, pero sigue con el trauma a pesar de todas las terapias que hagas”, cuenta Patarroyo.

Con la pandemia, los casos de coronavirus se han disparado. Según un reporte de la policía de Phoenix, las muertes por violencia doméstica en los primeros seis meses de 2020 se han incrementado en 140% en comparación con ese mismo periodo el año pasado.

En un comunicado emitido este mes, el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) anunció que ha presentado cargos contra más de 500 casos de violencia doméstica relacionados con armas de fuego durante este año fiscal (2020). Casi la mitad de las mujeres que son víctimas de homicidios en Estados Unidos son asesinadas por su pareja o expareja, según ese mismo informe del DOJ.

“Con una pistola, o un cuchillo hasta los mismos objetos que hay en casa, se pueden usar como arma”, advierte Patricia Martínez, coordinadora del programa de promotoras de prevención de violencia doméstica en la organización “De Colores”.

Aunque para muchas víctimas es difícil tomar ese primer paso para salir de ese ciclo violencia, hay mucha ayuda y recursos disponibles.

“Una víctima puede identificar la violencia doméstica cuando hay abuso verbal, cuando hay juegos mentales, cuando hay mucho control. Si ella está siendo agredida físicamente, y abusada verbalmente y emocionalmente”, advierte Martínez.

La organización “De Colores” de Chicanos por la Causa ofrece alojo, comida y otros recursos para que las víctimas puedan salir adelante.

“Allí a la víctima se le da un programa de tres meses y obtiene ayuda con una persona que maneja su caso, se le da información legal, se le puede ayudar un reporte de la policía, una orden de protección o hasta con el proceso de la visa U”, dice Martínez.

También ayudan a las víctimas para que consigan trabajo, y terapias para que puedan superar el trauma.

“Tenemos grupos de violencia emocional y si miramos que la persona necesita más ayuda profesional, las conectamos con esas agencias o profesionales que trabajan con el trauma”, agrega la coordinadora del programa de CPLC.

La ayuda para las víctimas es gratuita y confidencial. Para más información sobre los programas de la organización “De Colores”, llame al 602- 269-1515.

Mira también