A un año de la deportación de la inmigrante mexicana Guadalupe García, su esposo, hijos y miembros de la comunidad, protestaron frente a oficinas de ICE en Phoenix para pedir que no separen más familias.
A un año de la deportación de Guadalupe García su familia continúa luchando contra la separación de familias
La inmigrante mexicana, originaria de Guanajuato, emigró a Estados Unidos cuando tenía 14 años, conoció a su esposo y juntos comenzaron una familia de la que nacieron dos hijos. Su vida cambió en el 2008, cuando fue arrestada en una redada en su puesto de trabajo de las que ejecutaba el exsheriff del condado Maricopa, Joe Arpaio.
El caso de García tuvo trascendencia nacional porque se convirtió en una de las primeras deportaciones de la administración del presidente Donald Trump.
“Hay muchas lupitas afuera bajo el riesgo de ser separadas de su familia”, dijo Aaron, esposo de García. “Vamos a seguir luchando por mi familia y las familias que viven con miedo”.
La inmigrante mexicana fue arrestada en 2008 durante una de las primeras redadas contra indocumentados del entonces alguacil Joe Arpaio. Fue acusada de utilizar un número de Seguro Social que pertenecía a otra persona.
Esta madre de dos ciudadanos estadounidenses que había vivido por más de dos décadas en EE.UU. y pagado sus impuestos, fue deportada en febrero de 2017 a Nogales, Sonora, pese a no ser una "criminal". Actualmente, García reside en Guanajuato y administra una tortillería.
“Este año ha sido muy difícil sin mi esposa, hay cosas que hacía ella que las puedo hacer pero lo único que no puedo hacer es darles el amor de madre”, expresó Rayos.
Sus hijos afirmaron que estos 12 meses han sido los más difíciles de su vida. La han ido a visitar al menos tres veces, pero cada vez se abre de nuevo la herida cuando llega el momento de la despedida, incluso dicen que las video llamadas les duelen.
"Estaba acostumbrada a llegar a mi casa y platicar con mi mamá y ahora únicamente lo puedo hacer por video llamada", comentó la menor Jackeline, de 15 años. "Aunque ella tiene una tortillería, me dice que se siente muy sola porque no tiene a sus hijos y su esposo”.
Afirmó que es triste estar viviendo su adolescencia lejos de ella y aseguró que seguirá luchando junto a su padre y su hermano para que otras familias no sufran el dolor que ellos han vivido.
Su hijo, Angel Rayos, de 17, recalcó que continuarán luchando porque “no debe haber más separaciones de familias, mi vida ha cambiado y esto no se lo deseo a nadie, desearía llegar de la escuela y tener a mi mamá allí como otros niños”.
El abogado, Ray Ibarra, explicó que presentó una petición para que el condado retire los cargos contra la inmigrante mexicana.
“Ella fue arrestada en contra de la constitución y su delito también fue en contra de la constitución, el gobierno tiene hasta marzo para dar una respuesta y después un juez del condado va a tener una audiencia para dar a conocer la decisión si podremos reabrir el caso o no”, explicó Ibarra.
Los activistas recordaron los ataques contra la comunidad inmigrante del exsheriff Joe Arpaio con sus redadas masivas y las detenciones ilegales a inmigrantes con las políticas de la administración Trump en contra de los indocumentados.
"La gente nos decía que no había manera de detenerlo y lo logramos, ahora tenemos que hacer lo mismo con Donald Trump. Estoy consciente que vamos a perder a muchos miembros de la comunidad, pero tenemos que luchar contra las políticas de deportación", aseguró Carlos García, director de Puente Arizona.
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