Lifestyle

«Me quiero casar»: cuando el amor quiere parecerse a un cuento de hadas

—«Me quiero casar».

PUBLICIDAD

—¿Por qué?

—Porque estoy enamorada.

Y después de esa última respuesta pueden surgir otras preguntas: ¿de qué estás enamorada? ¿de tu pareja o de la idea del matrimonio? Ni a favor ni en contra, solo cuestiono los motivos que a veces surgen detrás del deseo de una boda. Y los cuestionamientos son siempre bienvenidos en estos tiempos donde se prefiere vivir en un dulce sueño (así no duele).

Resulta fácil negar la fantasía y el deseo cuando en realidad puede estar siendo parte de nuestras vidas. Las expectativas pueden estar cada día en una relación de pareja, y sobre todo la imagen que construimos de nosotros mismos en un futuro.

Los deseos ocultos

Imagen shutterstock

¿Te has puesto a pensar cuántos deseos proyectas en tu pareja? Sin darnos cuenta podemos estar poniéndole la carga de hacernos felices. Y eso ocurre cuando proyectamos nuestros deseos y expectativas en esa persona: «Quiero que tenga detalles conmigo», «quiero que me regale flores», «quiero que me invite a cenar», «quiero que me pida casamiento». Vivir pendiente de lo que pretendemos ser hace que el presente resulte incómodo porque es una búsqueda de la alegría futura.

Las expectativas generan infelicidad porque puede ser que nuestra pareja no nos dé eso que anhelamos. Y esos deseos pueden estar bien ocultos, pero podemos darnos cuenta de que están cuando nos ponemos tristes porque no estamos recibiendo lo que pensamos que tenemos que recibir. Cuando algo queda en función de lo que nuestra pareja haga o diga, la decepción es lo que sigue. ¡Menos deseos y más sinceridad con nosotros mismos!

PUBLICIDAD

El cuento de hadas

Imagen Thinkstock

La fantasía de vivir una relación amorosa como si fuera un cuento de hadas va en contra, por lógica, de la realidad. Y nadie querrá asumir que no vive en la realidad. Pero querer estar en un cuento de hadas también puede ser un deseo oculto.

¿Cuándo una boda se realiza para completar la fantasía de un amor idealizado? Cuando importa más adelgazar, dejarse el pelo largo y las uñas perfectas para «el gran día». Cuando la organización de la boda parece más una exhibición de personas que dicen ser felices. Cuando se piensa más en lo que puedan decir otros de ese día o de las miradas recibidas. 

La respuesta la tiene cada uno, pero puede ser una fantasía cuando todo gira en torno a cómo saldrá la boda, al punto de olvidarse  del sentimiento por el que se hace.

No hay verdad más clara que la que la que cada uno siente. No hay nada más reconfortante que la honestidad con uno mismo. Y estas preguntas podrían ayudarnos a ir por ese camino: ¿Estoy enamorada de él o de una fantasía? ¿qué expectativas tengo de él? ¿en verdad no creo en los cuentos de hadas? El amor no se parece a la ficción el amor trasciende a todo deseo y fantasía porque no los necesita.