Estar sola fue la mejor decisión que tomé

Hace un tiempo que estoy soltera, no fue elección propia pero luego de que sucedió preferí permanecer así por un tiempo. Muchas personas me preguntan por qué, e incluso temen que le tenga fobia al amor. No quiero que se preocupen, no estoy soltera porque le temo al amor, ni siquiera tengo un problema con él, simplemente decidí dedicarme un tiempo para mí.

La soltería me ha enseñado muchas cosas, me mostró quien soy en realidad, hacia donde quiero ir y que es lo que merezco en mi vida.

No es lo que todos creen

Muchos piensan que la soltería se trata de salir de fiesta todos los fines de semana y vivir rodeado de amigos. Si bien es verdad que tenemos más tiempo para salir y compartir con nuestros amigos, la soltería tiene una cara poco amigable, es la cara que nadie ve hasta que se encuentra solo consigo mismo.

De pronto, después de una noche increíble, te encuentras en tu casa mirando la televisión y te das cuenta de lo sola que estás. El teléfono no suena, no esperas a nadie, no hay planes por cumplir o compromisos por los que preocuparse.

Es bastante bueno, porque sientes que la libertad entra en cada rincón de tu piel, pero también te ves ahí y piensas en lo que hiciste para llegar hasta ese lugar. Te cuestionas y te lastimas, sin darte cuenta que tu estado civil no es algo de lo que debas avergonzarte.

Después de un tiempo de cuestionarme mi soledad y de sentirme frustrada, me di cuenta que esta soledad era una elección.  Nunca lo había notado: fui yo quien decidió estar sola, no por miedosa o por despechada, sino para aprender de mí, para conocerme todo lo que me hace falta y así poder enfrentarme al amor nuevamente, pero esta vez recargada.

En este tiempo entendí…

Con el pasar del tiempo me di cuenta de todo, entendí qué significa amar y qué es lo que merezco.

El amor es el sentimiento más puro que existe, todos somos capaces de sentirlo y todos somos capaces de darlo. El único problema es cuando confundimos otros sentimientos con amor, es en ese momento en el que lastimamos a los demás.

A pesar de todos mis pronósticos, sé que hay un amor esperando por mí, un amor real, un amor sincero capaz de darme todo lo que di en estos años de relaciones fallidas. Pero antes de que llegue ese amor, tengo que aprender más sobre mí, sobre mi personalidad y sobre las cosas que me gustan.

En este tiempo entendí que merezco algo mejor de lo que tuve, y no es por ser soberbia o creer que soy mejor que otros, simplemente entendí que merezco ser feliz.

• Merezco un amor que no me haga sufrir, un amor de domingos por la tarde como de sábados por la noche, un amor entero de esos que tienen peleas y tardes de risas.
• Merezco alguien que ame cada una de mis debilidades, que abrace mis cicatrices y quiera sanarlas con un beso.
• Merezco alguien que cada vez que me vea sonreír se le muevan todas sus estructuras y que cuando me vea tenga una horda de mariposas en el estómago.
• Merezco alguien que esté orgulloso de mis logros y que se le infle el pecho cada vez que camine a mi lado.
• Merezco alguien que le encante verme despeinada y en pijama, y que se vuelva loco cuando me vea vestida de gala.

Un amor de verdad, con fisuras pero que late por mí…

No estoy buscando desesperadamente un amor,  entendí que el amor llegará cuando aprenda todas las lecciones que me quedan. Mientras tanto sigo disfrutando de este gran momento en mi vida, sigo sumando experiencias que me fortalecen como mujer y como persona, sigo descubriendo. Pero sobre todo sigo fortaleciendo la relación más importante de mi vida, la relación conmigo.

Así que después de todo esto, puedo decir con tranquilidad que estar sola fue la mejor decisión que tomé…

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