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Aun la mayor desilusión amorosa puede enseñarte más de lo que crees

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Cuando se es joven todos quieren encontrar un amor. Un amor que lo supere todo, sin mentiras: amor y más amor es lo que se quiere encontrar.

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Esta es la historia de una chica que hace cuatros años, cuando tan solo tenía 18, creyó haber encontrado el amor pero lo que menos se imaginó era que ese sentimiento era de dos caras. Como les contaba, a sus 18 años conoció a un hombre que superaba las expectativas; era atento, cariñoso, servicial, amistoso, la persona que sacaba lo mejor de ella, las características del hombre perfecto.

La chica se enamoró totalmente de él, creía tener la relación perfecta, se tomaban fotos y todos le decían que eran definitivamente la pareja perfecta. Tres años después, ese chico llegó hasta donde estaba en ese entonces su novia y le propuso matrimonio. Le prometió una vida de ensueño, le pidió que formaran una familia, y ella dió el añorado sí.

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Un día después, esa chica que sentía que estaba pasando por el mejor momento de su vida, recibió una dosis de veneno, sí, veneno, de su propio amado. Un martes a las 10 pm recibió un mensaje que decía: "No voy a ir a tu casa, ya no quiero nada contigo, no estoy seguro de lo que siento".

En ese momento, esa joven perdió la fuerza de sus piernas y cayó al piso con un sin fin de lágrimas que ni su mismo "amado" podía controlar. Se sumergió a una depresión de 13 días, sin comer, solo dormía y cuando no tenía sueño tomaba lo que fuese para sentirlo y no pensar.

A los 13 días se levantó de la cama, vio a su alrededor y cómo su vida se desmoronaba por un hombre que sonreía y pasaba de fiesta sin importarle el daño que causó. Ese hombre encontró a otra mujer, cuando le había prometido que no amaría a nadie como la amaba a ella. Y mientras le bajaba la Luna y las estrellas a otra mujer, buscaba a su ex amada, y la ilusonaba con historias falsas diciéndole que era una amiga y que no había mas que una amistad, ya que solo amaba a una y esa era su "ex."

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Cuando esa chica tuvo el valor, sí, el valor, para salir de esa depresión 7 meses después, porque no era más que un acto de cobardía permitir que ese hombre jugara con ella, se levantó, encontró un trabajo, siguió el rumbo de sus estudios y se volvió a unir a su familia. Cuando por fin supo que estaba curada de esa dosis de veneno tomó su teléfono y no hizo más que agradecerle por enseñarle las dos caras del amor.

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Sentir que tocaba el cielo con ese amor y conocer el infierno con su desamor pero, sea como sea, ella pudo levantarse y salir adelante.

Esta es la historia que Hellen Azofeifa Alvarez, de Costa Rica, nos compartió en iMujer. ¡Tú también puedes enviarnos la tuya! Porque toda mujer tiene alguna experiencia para contar y compartir con otras mujeres, este es tu lugar para expresarte: comparte tus experiencias con nosotras en iMujer.