Se acerca San Valentín y como ya estuvimos viendo, es muy importante el look que adoptemos ese día, o noche. Claro que muchas veces no contamos con las prendas necesarias para lograr el estilo que queremos. Pero hay algo que nos salvará siempre, el Little Black Dress ("pequeño vestido negro") ya que podemos combinarlo de infinidades de maneras, con miles de accesorios y se adapta a cualquier estilo.
Un vestido, mil ideas
Lo más clásico es utilizarlo con zapatos negros, aros plateados y cartera pequeña negra. Es un look que jamás nos sentará mal, y para una cena romántica queda de maravillas. ¿La cena es en un restaurante más cool? Perfecto, reemplazamos los zapatos negros por unos zapatos de colores, aros y cartera del mismo color o de otro en la misma tonalidad. Un look mucho más chic.
¿Quieres un look más osado? Si al vestido le sumamos botinetas o borcegos, medias negras, y chaqueta de cuero nos convertimos en “ chicas malas” ¡al instante! Súmale un par de collares con muchas cadenas, es increíble lo mucho que le aportan al look.
También existe la opción de festejar el Día de San Valentín con un almuerzo por ejemplo, entonces ahí la idea es utilizar un look más casual. Combinamos nuestro vestidito negro con unas plataformas, si son de colores mejor, una maxi cartera, y un poco mas de accesorios como aros grandes y algunas pulseras. Le podemos sumar un poco mas de color con el maquillaje.
¿Se dieron cuenta lo importante que es una prenda tan simple como el LBD? Debemos elegir uno de buena calidad y nos durará eternamente. Sin duda, una inversión que vale la pena.





