El viaje de Kate Middleton por Oriente (que más que una exploración política, parece una aventura estilística) continua ahora en Bután en donde permanecerá dos días. Este jueves, como lo ha hecho durante los días anteriores, se cambió tres veces sus atuendos.
Kate Middleton y su política de reusar y comprar barato
Vestidos florales de 50 y 35 dólares de tiendas masivas comoTop Shop y Glamorous, y piezas que usó en otros eventos públicos marcan una clara intención por mostrar a la duquesa más cercana a la gente real.

Llegó en un vestido amarillo pálido creado originalmente por Emilia Wickstead para un evento en 2014. Lejos del protocolo, la Duquesa lo repitió para arribar a la tierra de Bután.

Luego, y siguiendo con la línea de estampados ricos y colores que han caracterizado este viaje, usó una blusa creada por Katniss Everdeen, de venta en Paul&Joe, que combinó con una falda lila enrollada de estilo butanés creada por la diseñadora local Kelzan Wangmo.

Para, finalmente, usar un vestido de Tory Burch de ricos bordados y texturas, que dejó claro el imperio de los maxi dress en su ajuar.
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Pero lejos de las críticas que podría levantar esta “excentricidad” de cambiarse tantas veces al día, Middleton ha dado claras señales de que las duquesas (en representación de la realeza) también usan marcas masivas baratas y no solo vestidos impagables.
Las fotos de sus vestidos coloridos -publicadas en el mundo entero- alentaron a las devotas de la moda a darse a la cacería de kaftanes primaverales como los que la duquesa estaba luciendo. Vaya sorpresa se llevaron al descubrir que el modelo rosa, de mini print y corte a la cintura que llevó mientras alimentaba a los bebés rinocerontes, se podía comprar en Top Shop –la famosa marca de retail inglesa- por tan solo 50 dólares.

Algo parecido había sucedido unos días antes, cuando lució una bellísima batola azul y roja de mangas que una vez la usó se agotó en el sitio online Glamorous, en donde se podía conseguir por un valor aproximado de 35 dólares. Durante el safari había llevado pantalones verde militar de Zara y zapatos Sebago, confirmando que como cualquier mortal la ropa sencilla y fácil de conseguir también le gusta. Confirmando algo más, la realeza está más cerca que nunca (o al menos quiere parecerlo) de la gente.

En realidad, no hay ningún elemento descuidado en el ajuar de la duquesa. No hay ninguna apuesta que no haya sido fríamente calculada. Esos vestidos florales además de mostrar una figura más desenfadada y jovial, que la que dejan ver las monocromática apuestas que usa en Buckingham, han sido estratégicos también para dejar claro que ella apuesta por el talento inglés.
Como lo ha sabido capitalizar tan bien Michelle Obama, la duquesa de Cambridge ha convertido la moda de su reino en su bandera. Nombres como Emilia Wickstead,Jenny Packham, Alice Temperley, Alexander McQueen entre otros han marcado su equipaje de viaje.
La duquesa además ha hecho gentiles gestos, políticamente estratégicos, al elegir vestidos y accesorios locales y ha sabido hacer un comentario a las culturas que visita con sus apuestas y hasta con sus pies descalzos.
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