Pensamos que la atención que había capturado el pequeño Principe George cuando salió en sus pijamas a saludar al presidente de los Estados Unidos, Barcak Obama y a la Primera Dama, Michelle Obama, que estaban de visita en el Palacio de Kesington, iba a quedar en una enternecedora foto.
El príncipe George y su codiciada bata de £27 (que tiene obsesionado a todo un país)
Con tan sólo 2 años de edad, el heredero a la corona de Gran Bretaña ha instaurado un nuevo código de vestimenta para recibir a los jefes de estado: salir en su pijama. Su osadía se vuelve tendencia.
La bata del Príncipe George creada por la marca My 1st years está agotada
Sin embargo, el príncipe sigue siendo noticia una vez que esa acogedora bata de dormir y sus pantuflas están agotadas en la tienda online que la produce y con una larguísima lista de espera de pedidos.
Así, la popular frase “de tal madre, tal hijo” nunca fue tan cierta como hasta ahora. Al igual que la duquesa de Cambridge, su pequeño heredero ha puesto al país de cabeza y eso que solo usó un conjunto de dormir.
Según reportes de Daily Mail UK, el conjunto de bata y pantuflas –confeccionados por My 1st Years y con valor de £27– se agotó poco después de que el sitio de MailOnline lo identificó. El simpático atuendo, no sólo significó un éxito de ventas para la marca; también, hizo historia al ser la primera ocasión en que uno de los pequeños de la familia recibió a un jefe de estado en privado.
La sorpresa no solo fue para todos los seguidores de los príncipes que se arrojaron con locura a comprar esa prenda que los acercaría a las formas como la mismísima realeza duerme. Fue también para los emprendedores Daniel Price and Jonny Sitton quienes crearon, hace seis años, esta marca que hace ropa infantil. Nunca sospecharon que el regalo que habían enviado de manera desprevenida al príncipe George iba a devenir en una demencia colectiva por sus productos.
Las comparaciones entre Kate y la princesa Diana, han sido inevitables gracias a la mentalidad de bajo perfil que ambas ostentaron. La egresada de Brown, ha pretendido que su familia lleve una vida con los pies bien plantados desde el primer momento y esto se ha extendido hasta lo más sencillo de su día a día.
Fanática de repetir outfits y de combinar piezas de diseñador con prendas accesibles, ha definido el estilo de esta nueva y mucho más relajada generación de la aristocracia inglesa. Expertos revelan que toda la ropa de Charlotte y George (para nada ostentosa), es escogida personalmente por ella con el único afán de no atraer atención negativa al respecto.
Mientras en 1900, los ancestros de George se paseaban por los pasillos del castillo ataviados en pieles y exquisitas telas, hoy, basta una ropa de dormir perfectamente planchada y bordada con su nombre, para tratar de tú a tú con los líderes del mundo.
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