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Cómo Kim cambió su look para ver a Trump y siguió siendo tan Kardashian como siempre

Este miércoles Kim Kardashian volvió a hacer titulares y no por un nuevo desnudo en sus redes, si por su visita a la Casa Blanca. Para nuestra sorpresa a la que vimos llegar no era a la Kim Kardashian del selfie nuestro de cada día: era una distinta.

Video Kim Kardashian visita la Casa Blanca para hablar sobre reformas al sistema carcelario

Todos los medios ( incluidos nosotros) hablaron del encuentro: que si en la foto el presidente Trump estaba demasiado sonriente, que si no fue el mejor selfie de Kim, que si se notaban incómodos. Lo cierto es que ayer en su visita a la Casa Blanca, Kim Kardashian no era ‘nuestra’ Kim Kardashian de todos los días.

Enfundada en un traje sastre negro, considerablemente más holgado que sus acostumbrados outfits deportivos elásticos y muy ajustados, su vestuario lo decía a gritos: se trataba de una visita seria.


Kim Kardashian se encontró con el presidente de EEUU con un propósito claro que había venido aireando desde hace meses: discutir una reforma carcelaria que beneficie a la reclusa Alice Marie Johnson.

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Por ello, eligió vestir con uno de los atuendos más poderosos y a la vez sobrios que conocemos: un clásico traje sastre negro de pantalón.

Y no es que nunca la hubiéramos visto un traje sastre de pantalón y en negro. Aunque han sido contadas ocasiones, sí hay una importante diferencia: siempre era ajustado y sin camisa debajo. Muy Kim style.

Esta vez, Kim lo llevó de pierna ancha y con saco holgado. Debajo una simple t-shirt también negra, un color que se usa tradicionalmente para simbolizar austeridad y relacionado religiosamente al voto de pobreza.

Para la ocasión llevó el pelo suelto, con ondas suaves y en color castaño oscuro estilizado por Justin Marjan. El maquillaje discreto fue creación de Ariel.

Pantalones masculinos

Con su atuendo la empresaria de 37 años lo dijo todo: recordó a los que la candidata a la presidencia Hillary Clinton convirtió en auténticas declaraciones de estilo (y de principios) durante su campaña en 2016.

“Su amor por los pantalones es tan contundente que ella ha sido la única primera dama en posar en el retrato oficial en la Casa Blanca vestida de pantalones”, explicó entonces la creadora de la cuenta de Instagram HillaryStreetStyle, creada en marzo de ese año.

Otras poderosas que históricamente han mandado un rotundo mensaje con sus pantalones incluyen a Beyoncé, la primer ministra británica Theresa May, Diane Keaton, Jennifer Lopez y Katharine Hepburn entre otras -con el debido reconocimiento a Yves Saint Laurent.

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La política, debemos recordar, no es un tema ajeno a la estrella de los realities: durante 2016 Kim Kardashian apoyó abiertamente a Hillary Clinton en su camino a la presidencia. Y antes, precisamente en 2008, la vimos con camisetas que leían “Obama for Change”.

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Además, los pantalones elegidos por Kim, absolutamente masculinos, nos ayudaron también a olvidar por un momento cualquier referencia a su imagen hipersexualizada que es pan de cada día en sus redes sociales.

El toque Kim

Pero mirando aún más a detalle, hubo una señal casi imperceptible que, a pesar del look sobrio, nos regresó a 'nuestra' Kim de siempre.

En la fotografía detrás del escritorio y a la derecha del presidente Trump puede verse apenas en el frente de sus pantalones la marca bordada. Un detalle que no es menor.

Se trata de la casa francesa Vetements, una marca reconocida por sus diseños irónicos que simulan baratijas con costos de miles de dólares y cuyo polémico diseñador Demna Gvasalia es el mismo que lleva hoy la casa Balenciaga -la que causó revuelo esta semana con su camisa/camiseta de casi $2.000 dólares.

Kim eligió unos pantalones de $1540 que la misma marca sugiere en su página de venta “acompañarlos con stilettos de colores vivaces”.

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Y ella los llevó con unos zapatos de punta afilada en verde metálico que rompían el bloque monocromático. Algo más: parecían ser unos Yeezy la marca de su marido, quien apoya abiertamente a Trump. Un detalle fashionista que Kim se puso para la ocasión, con toda la intención.