Volver al trabajo luego de estar con nuestro bebé durante sus primeros meses de vida no es nada fácil, sentimos que dejamos una parte de nosotras en casa y no conseguimos estar tranquilas hasta que volvemos a estar con ellos.
¿Vuelves al trabajo luego de ser mamá? Esto es todo lo necesitas saber para adaptarte


Una de las partes más complicadas es cómo amamantar cuando trabajamos, ya que varias horas fuera de casa pueden entorpecer la lactancia de nuestro bebé. ¡Tranquila, con un poco de organización amamantar a tu bebé será pan comido!
#1 Alternar entre darle la teta y darle el biberón
Antes de reintegrarte al trabajo puedes alternar entre darle la teta y darle el biberón. Tu bebé se acostumbrará a alimentarse con biberón de forma paulatina, por lo que no tendrás problemas cuando vuelvas al trabajo.
Los médicos dicen que los bebés pueden ser alimentados con biberón a partir de las 3 semanas. Aprovecha esto y pídele a alguien que te ayude a alimentarlo, quizá consigas algunos minutos extra de siesta.

#2 Comienza a extraer leche para refrigerar
Puede ser que lo hagas desde hace un tiempo, ya que tu cuerpo no resiste la cantidad de leche que tienes, pero si no lo haces es momento de que comiences a refrigerar el alimento para tu pequeño. De esta forma, todos los miembros de la familia podrán familiarizarse con el proceso de alimentación del bebé antes de que comiences a trabajar.
Asegúrate de evacuar todas sus dudas y ayudarlos a encontrar la temperatura ideal para el biberón. ¿Estarás más tranquila si sabes cómo le dan de comer a tu pequeño?
#3 Haz tu propio plan de adaptación
La primer semana de trabajo es la más difícil, nunca te habías separado de tu bebé y realmente lo extrañas. Es por esto que puedes hablar con tu jefe y buscar una forma de reitegrarte paulatinamente al trabajo.
Busquen formas alternativas para que ambos satisfagan sus necesidades. ¿Qué tal si a medio día puedes ir a amamantar a tu bebé y luego vuelves al trabajo? Sería hermoso ¿no?

#4 Programa tus tiempos de lactancia y de bombeo
Estarás fuera durante 8 horas aproximadamente, debes considerarlo para que tu bebé y tú no sufran demasiado. Es por esto que debes amamantar al pequeño antes de salir al trabajo y cuando llegues a tu casa debes hacerlo nuevamente.
Durante el tiempo que estés en la oficina procura extraer leche en los horarios en los que normalmente el bebé se alimenta, para que tus senos no se lastimen y tu no estés dolorida.
#5 Ten todo lo necesario para que todo sea más práctico
Antes de salir de casa y luego de regresar, asegúrate que tienes todo lo que necesitas para bombear, almacenar y transportar la leche materna.

Regresar al trabajo y ser mamá de un bebé no es tarea fácil, requiere planificación y organización pero sin dudas que los resultados valen la pena. Para cuando llegues a tu hogar y encuentres a tu bebé esperándote verás que tu esfuerzo dio sus frutos…









