Lifestyle

Volver a trabajar después que el bebé nace

El bebé ya nació y todavía te encuentras tratando de hallarte en el nuevo rol de madre. Aún si ya lo eras antes de que el nuevo integrante llegara a la familia, seguro que has debido lidiar con un nuevo orden y nuevas rutinas para que la casa no quedase sumida en el caos. Además, uno quiere disfrutar cada segundo con el bebé; vivenciar sus avances y progresos; maravillarse cada vez que abre sus ojitos, como buscándonos y toma con fuerza nuestro dedo con su tibia manita, como si temiera que fuéramos a desaparecer.

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Cuando tuve mi primera hija, Micaela, yo trabajaba en forma independiente como productora de televisión. Trabajé prácticamente hasta el momento en que comenzaron los dolores de parto, con la idea de tener más tiempo disponible una vez que mi beba naciera. ¡Estaba tan emocionada!

Lamentablemente, mis planes se vieron frustrados cuando me llamaron para que me presentara urgente, ya que me necesitaban. Tuve que tomar la difícil decisión de dejar a Micaela al cuidado de una niñera que por cierto fue buenísima; primero, porque profesionalmente ocupaba un cargo por el que había trabajado toda mi vida y segundo, por cuestiones económicas. Tener un espacio en la televisión no era fácil y aprendí que debes aprovechar la oportunidad cuando la tienes. Cuando llegó Micol, mi segunda niña, yo ya no trabajaba en televisión, editaba una revista cultural que me permitía manejar mis horarios y por ende, disfrutar más de la pequeña.

Viví las dos experiencias y hoy, mirando hacia atrás, puedo decirte que no me arrepiento de ninguna de las decisiones que tomé. En el caso de Micaela, hice valer cada segundo a su lado, compartiendo con ella ejercicios de estimulación temprana, que formaban parte de mi rutina diaria cada vez que llegaba de trabajar. Y con Micol aprendí a realizar todas las tareas, atendiéndola a ella al mismo tiempo y potencializando mi creatividad para entretenerla, mientras yo escribía las notas y vendía los espacios publicitarios de la revista por teléfono.

Si estás atravesando ese momento, en el que debes decidir si volver a trabajar después que el bebé nace o prefieres quedarte en casa con él, hoy te facilitamos una balanza, donde puedas pesar los pro y los contra; donde te permitas pensar con honestidad acerca de tus deseos y tus necesidades.

Imagen Thinkstock

Necesidades financieras

Tal vez te ayude hacerte preguntas como:

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  • ¿Somos capaces de pagar la renta y los gastos fijos?
  • ¿Cuáles son nuestras metas financieras de aquí a un año, a cinco, a diez?
  • ¿Seremos capaces de mantener nuestras reservas al menos durante seis meses para cualquier emergencia que podamos tener?
  • ¿Ahorraré dinero quedandome en el hogar?

Necesidades emocionales

Hemos decidido ser madres y esto nos hace sentir plenas y felices. Sin embargo, no es la única experiencia que debemos vivir. Por eso, tal vez surgan preguntas como:

  • ¿Quiero trabajar fuera de casa?
  • ¿Mi pareja me apoya si decido trabajar afuera?
  • ¿Me sentiré resentida, incomprendida, insatisfecha si decido quedarme en casa?

La honestidad es fundamental para que respondas estas preguntas; si las respuestas son positivas, deja las culpas de lado, porque aquí no tienen lugar. Tienes derecho a necesitar espacios propios de desarrollo y valoración. Después de todo, nuestros hijos necesitan madres realizadas, plenas y felices.

Aunque parezca una frase hecha, yo creo firmamente en que lo que importa es la calidad y no la cantidad del tiempo; lo que cuenta es la manera en que encaras cada minuto junto a tus hijos; lo que vale es la intensidad con la que transitamos este sendero llamado vida.

Por eso, comparte en EntrePadres cómo resolviste la situación de volver a trabajar o quedarte en tu casa con tus niños.