Cada vez más mujeres embarazadas tienen claro cómo quieren que sea su parto. Conocen sobre procedimientos médicos necesarios e innecesarios y están seguras de lo que prefieren que ocurra ese gran día y también de lo que no. Sin embargo, muchas otras mamás aún tienen dudas sobre qué es lo que puede llegar a pasar y cuáles son sus derechos.
Todas las embarazadas deberían tener uno: qué es un plan de parto y por qué es importante


Para ambos casos, el plan de parto surge como un respaldo fundamental tanto para la mamá como para su pareja y el bebé en camino. Conoce más sobre este interesante recurso a continuación.
La importancia del plan de parto

¿Qué es el plan de parto?
El plan de parto es un documento que describe en detalle los deseos de la madre una vez que ingresa a la institución de salud. Esta planificación en general comienza a armarse en el segundo trimestre de embarazo, pero puede comenzarse cuando la madre lo prefiera. Suele además irse modificando conforme pasan los meses, porque ella se va informando más sobre procedimientos o bien porque el embarazo va avanzando y con él se van dando determinados cambios.
La presentación de un plan de parto no implica que la mujer esté en contra de las intervenciones médicas. Sí se recalca cuáles ella preferiría que sucedan y cuáles les gustaría obviar. De este modo se evitan intervenciones innecesarias y se le brinda un poder a la mujer (antes negado) con respecto al parto.
Por otra parte, en el plan de parto no solo figuran sus deseos respecto al parto vaginal sino también a la cesárea y al tratamiento que le gustaría que reciba su hijo al nacer. El rol del padre o acompañante también queda claramente definido tanto en el preparto como en el parto y posparto.

¿Para qué sirve?
El plan de parto actúa como un respaldo para la madre, su pareja (en caso de que la haya) y su bebé. No todas las maternidades tienen el mismo protocolo para la atención de partos y pospartos e incluso existen diversas posiciones dentro de los equipos de una misma institución. Por esta razón es importante elaborar este documento ya que nos brinda la posibilidad a las madres de reflejar el protocolo con el cual queremos ser atendidas.
Cambios de paradigma

Durante la últimas décadas la ciencia viene cuestionando los procedimientos médicos innecesarios que tradicionalmente se le practicaban a las mujeres en las instituciones de salud el día del parto. Aunque conocer los riesgos que pueden surgir en ese día es importante, en la actualidad hace falta recalcar que es la mujer quien tiene el poder de decisión y que el personal de salud debe respetarla (siempre y cuando no estén en riesgo su vida y la del bebé).
El plan de parto brinda en este sentido la chance de elegir exactamente qué procedimientos la madre prefiere que se le realicen y cuáles no. Algunas prefieren, por ejemplo, la aplicación de la epidural para el manejo de la intensidad del parto mientras que otras prefieren transitarlo sin anestesias. Del mismo modo, algunas mujeres eligen la rotura de bolsa mientras que otras deciden obviar este paso.
Una buena idea a tener en cuenta es llevar varias copias y que lo firmen las parteras y demás profesionales que atenderán a la madre (y siempre quedarse con una copia propia por si acaso).
Un equilibrio saludable

Hoy día son muchas las mujeres que se informan sobre el parto natural y sobre las capacidades que tenemos a la hora de parir. Como consecuencia cada vez más madres optan por el parto natural sin intervenciones. Por supuesto que esto representa un gran avance con respecto a la forma en la que son traídos los niños al mundo; no obstante, cabe aclarar que en ocasiones las intervenciones médicas sí son necesarias. Gracias al plan de partos la mujer acude a la institución informada también sobre las prácticas médicas posibles en caso de que existan riesgos mayores.
Para saber qué apuntar en el plan de parto es fundamental, en primera medida, informarse sobre los procedimientos médicos y las posibilidades que pueden llegar a darse el día del parto. Intenta leer y preguntarle no solo a tu partera o ginecóloga sino también asistir a clases de preparto, cursos o círculos de mujeres gestantes en los que se toquen estas temáticas.
Recuerda además que en ese momento es probable que haya cambios con respecto a lo que pensaste con antelación en el plan de parto. Procura entonces mantenerte flexible si las situaciones no se presentan como lo imaginaste y seguir adelante confiando en ti y en tu bebé.







