Tips para ser una madre menos estresada en casa

El gran abrazo con el que te reciben tus hijos parece no alcanzar para hacerte olvidar del cansancio físico y mental que traes. ¿Cómo puedes encontrar esa tan necesitada paz mental para poder atender a los quehaceres del hogar y a tu familia? ¡Atenta! Te damos 4 tips para relajarte y dejar el estrés fuera de tu casa.

Dedica 15 minutos para ti

Si te das cuenta de que limita la paciencia que tienes para con tus hijos, debes encontrar un modo de relajarte de forma rápida. Hay varias maneras de encontrar un rato de relax absoluto, como un baño de agua caliente y espuma, tumbarte en la cama durante unos minutos y en silencio, caminar por zonas verdes, escuchar música que te guste, tomar una comida que te encante, practicar yoga, taichi, meditación... ¿Cuál escoges?

Escribe tus pensamientos

Hay personas que en la escritura encuentran su válvula de escape, es por eso que te aconsejo que escribas en un diario o libreta frases que te hagan sentir bien. Incluso puedes escribir aquello que te molesta para sacarlo de tu mente (pero no lo vuelvas a leer). Si quieres puedes crearte un blog en internet aunque tu fin no sea el tener seguidores. Piensa un seudónimo y ¡anímate a expresar lo que sientes!

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Disfruta de tus hijos

Ser madre y padre es un rol de mucha responsabilidad y, junto con el trabajo diario fuera de casa, supone una carga que no todo el mundo sabe compaginar con el disfrute de los hijos y de la familia. Es por eso que debes saber desconectar tu mente del trabajo al llegar a casa y así marcarte tiempos durante el día para jugar con tus hijos. Apaga el móvil y da más importancia al tiempo que tienes para estar en familia, ella lo necesita y tú también.

Piensa en el aquí y ahora

Quita de tu cabeza el futuro lejano y recuerda que la vida no es un rompecabezas que encaja perfectamente. En la vida hay que ser flexible y disfrutar del presente, del aquí y del ahora. Nadie sabe lo que puede pasar mañana, así que disfruta de tus hijos, de tu familia, de ti y del tiempo en familia.

Haz ejercicios mentales diarios e intenta pensar los momentos que has disfrutado cada día con tus hijos, y si han sido demasiado pocos (o ninguno), marca como prioridad que al día siguiente consigas pasar más tiempo con ellos. También piensa qué es aquello que te gustaría hacer con ellos para disfrutar más de su compañía y de que el vínculo se mantenga firme y estable.

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Aplica alguno de estos tipos al llegar a casa luego de un largo día de trabajo y enseguida verás que te sientes mejor y de buen ánimo para compartir las últimas horas del día con tu familia.