Desde el primer momento que se gestan en nuestros vientres, nuestros hijos ya son una maravilla. Esos retoños de sueños y expectativas llenan nuestras vidas con ilusiones nuevas y sensaciones desconocidas. Podrás tener uno o dos o tres o más, pero cada uno de ellos es único e irrepetible, cada uno de ellos te embriaga con sólo mirarlos, de bebés, tan dependientes de nosotros; de pequeños, tan ocurrentes y divertidos; de adolescentes, tan rebeldes y llenos de vida.
Sorpresas que los hijos nos tienen reservadas

Si aún estás disfrutando de tu pequeño en tus brazos, mientras le cantas las canciones que se transmiten por tradición oral de generación en generación, prepárate, porque estos pequeños duendecitos, puestos en nuestras vidas para alegrarla y darle un nuevo significado, no dejarán de sorprenderte.
Hoy, en EntrePadres, queremos anticiparte algunas de las sorpresas que los hijos nos tienen reservadas, para las que nunca estarás preparada, aúnque cuentes con todos los preavisos del mundo.
El primer "te quiero"
Tanto decirlo desde que está en la panza, y sintiendo que lo aprueba cuando sientes su primera patadita; tanto decirlo, cuando debes soltarle la manita para que ingrese a su primer día en el kindergarten; tanto decirlo, cuando vuela de fiebre y tú le tienes su manita, firme y tibia; tanto decirlo, cuando lo consuelas, porque tiene su primer raspón en la rodilla, producto de sus múltiples aventuras.
Tanto decirlo, decirlo de mil formas y maneras, en todos los tonos imaginables que por fin, esas tres palabras mágicas, poderosas varitas mágicas, salen de su boca: "mami, te quiero", y entonces el mundo estalla en colores y la música todo lo llena. Y te sientes completa, satisfecha, orgullosa, tu hijo te dijo te quiero, el mundo puede parar y tú tendrás la fuerza de mil Sansones para hacerlo arrancar de nuevo.
Mami, ya estoy grande...
De repente, ya no te necesita para que lo ayudes a ir al baño ni a bañarse; de repente, juega solito en su habitación con sus amigos imaginarios; de repente, aprendió a atarse solo los cordones de las zapatillas. Tú lo miras sorpendida, mitad orgullosa, mitad emocionada, deseando detener el tiempo, aunque fuera por unos segundos nada más. Y él, que reconoce tu mirada de mamá orgullosa, te dice: "mami, ya estoy grande...".

Tu hijo te enseñará algunas cosas
Te sorprenderás cuando te reconozcas aprendiendo cosas de tu pequeño. En mi caso, por ejemplo, mi hija más pequeña me dio una lección de orden. Siempre tuve problemas para encontrar el control remoto. Un día, buscando el control remoto de la televisión del cuarto de ella, le pregunté si ella lo había visto. Y me contestó, "sí, por supuesto, está en el lugar secreto", y mientras me lo decía, levantaba su almohada y allí estaba el control. "Siempre lo guardo ahí para no perderlo y que no se me caiga de la cama si me quedo dormida y se rompa". A partir de ese momento, yo también guardo el control remoto debajo de la almohada y nunca más se me rompió uno.
Tu hijo te maravillará con sus ocurrencias
Recuerdo un día que estábamos caminando por la calle, mientras regresábamos de realizar unas compras, y hablando de mi madre y de por qué se había "ido al cielo", me dijo, "quedáte tranquila, mami, la abu debe estar bien, porque el cielo debe ser un lugar lindo, ya que todos los que van, no vuelven". Así son estos pequeños, con ese maravilloso poder de la desdramatización, cualidad que deberíamos tratar de adquirir más los adultos.
Su honestidad muchas veces te parecerá puñales, como cuando te dicen, "estás un poco gordita" o "¿por qué tienes los dientes amarillos?. En más de una ocasión, te hará pasar vergüenza, cuando repita algo que tu mencionaste al pasar con tu marido acerca de una tercera persona. Pero, cuando crecen, ¡cómo se extrañan sus insistentes por qué o sus pedidos de upa!
Comparte aquí esas pequeñas cosas con las que tu hijo te sorprendió, hasta emocionarte hasta las lágrimas o lanzar sonoras carcajadas.









