Es fundamental que investigues que el origen de la alergia de tu hijo, sea polen o no. Ésto implica averiguar cuándo se desencadenan los síntomas, época del día y del año, para evitarár el contacto con la sustancia alérgica.
Síntomas de alergia al polen en niños

Si tu hijo es alérgico al polen debes tener determinados cuidados, como evitar, en la medida de lo posible la exposición al mismo. Los síntomas de éste tipo de alergia son variados, y entre ellos se destacan:
Rinitis alérgica. Produce estornudos múltiples, no aislados, en tandas de diez o veinte estornudos seguidos, goteo de moco acuoso por la nariz y picor nasal. Existe otra rinitis no estacional, sino perenne, que no está producida por alergia al polen sino por alergia a otras sustancias que permanecen durante todo o casi todo el año en el ambiente, como pelos de animales, generalmente gatos, hongos de la humedad o ácaros ocultos en el polvo de las cortinas o alfombras.
Conjuntivitis alérgica. Los síntomas son: lagrimeo y picor de los ojos, después enrojecimiento de la conjuntiva, parte blanca de los ojos, y más tarde hinchazón de los párpados. Con frecuencia, los síntomas de la rinitis y de la conjuntivitis se superponen. En este caso se le denomina rinoconjuntivitis alérgica.
Asma. El asma consiste en la disminución de la luz de los bronquios. Como consecuencia, el aire pasa con dificultad a través de ellos, apareciendo tos irritativa y persistente, respiración rápida, hundimiento de las costillas al respirar y ruidos como silbidos o pitidos, llamados sibilantes. Cuando la dificultad respiratoria aumenta, los niños hablan entrecortadamente o incluso no pueden hablar. No todos los asmas son de origen alérgico, cuando lo son por alergia al polen no suelen aparecer los primeros síntomas hasta después de los tres o cuatro años.
Presta antención a los síntomas, y si notas que son persistentes consulta al pediatra.









