Las criaturas saben comunicarse desde el mismo momento del nacimiento. Ya sea por expresiones faciales o por el llanto, ellos son capaces de expresar sus deseos y emociones.
Si eres feliz y lo sabes, tu bebé también lo sabrá, y estas son las razones

En general tendemos a asociar la comprensión de las emociones a una edad en la que los niños van al jardín o incluso a la escuela. Sin embargo, varios estudios recientes demuestran que los bebés de poco meses ya son capaces de distinguir diferentes tipos de emociones. De esto se deduce que el hecho de ser felices (y ser conscientes de ello) también sería un factor que los bebés podrían notar.
Hoy compartimos contigo las interesantes razones y todo sobre este hallazgo científico.
El afecto

Ross Flom, profesor de psicología de la Universidad de Young Brigham y autor de investigaciones sobre la temática, afirma que su motivación fue conocer la forma en que se desarrollan los procesos comunicativos en los pequeños. Decidió, entonces, analizar el afecto, esa forma que tenemos como especie de demostrar y compartir el cariño. En una de sus investigaciones encontró, por ejemplo, que un pequeño de 5 meses es capaz de reconocer rostros compungidos y rostros felices y unirlos con las vocalizaciones de llanto y risa, respectivamente.
Flom descubrió también que un bebé de 6 meses puede identificar las emociones positivas y negativas de sus padres y familiares. Es decir, las criaturas de apenas unos meses ya pueden percibir las diferencias entre las emociones de las personas de su entorno y los cambios en los niveles de afecto demostrados.
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Los animales y la música

Según Flom, «el afecto es una de las formas de comunicación que más se observan entre los infantes y los adultos», pero, de acuerdo con el experto, también puede observarse en el intercambio entre los pequeños y los animales. De hecho, en un estudio Flom demostró que los bebés son capaces de comprender los estados de ánimo de los perros y los monos (por ejemplo, reconociendo las diferencias entre un perro ladrando de manera amigable y otro de forma agresiva). El psicólogo mostró, además, que los bebés de 9 meses pueden distinguir una pieza musical alegre de una melancólica y triste.
De acuerdo con Flom, cuando los seres humanos atravesamos nuestros primeros dos años de vida experimentamos un desarrollo tan rápido y exponencial que no se compara con ninguno en el resto de nuestra vida. Por esta razón, resulta de vital importancia conocer la manera en que ellos se comunican para poder a su vez comprender más (y apreciar) su forma de interactuar con el mundo. Y ya sabes, si eres feliz, lo sabes y lo demuestras, tu bebé también lo sabrá.









