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Ser mujer, madre y trabajadora

Es bien sabido que antiguamente ser mujer ya era tarea complicada en nuestra sociedad, tachada con valores machistas que no tenían ningún sentido. Por suerte, todo eso está empezando a quedar en el olvido y está en mano de las mujeres de hoy que quede obsoleto para siempre.

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La mujer está totalmente insertada en el mundo laboral, y si además es madre, la llegada a casa se convierte en otro mundo de trabajo. La casa, los niños, las comidas, la limpieza… el hogar se puede hacer cuesta arriba si no se comparte las tareas. 

Recuerda que eres madre, pero antes que nada eres mujer. Recuerda lo más importante de una madre: una mujer feliz es una buena madre.

En el hogar

Las tareas domésticas no son sólo cosa de mujeres. En el hogar viven más personas, sean pareja o hijos, todos tienen el deber de colaborar en las tareas del hogar. Y fíjate que no te digo que te ayuden a hacerlo, porque no tienen que ayudarte a nada, tienen que colaborar en las tareas porque también les corresponde como personas que viven en casa, empezando por tu pareja. 

Es importante que sepas delegar las tareas domésticas. No quieras abarcarlo todo, porque simplemente, no se puede. Además, lo que no puedas hacer hoy porque vas agobiada de tiempo o estés cansada, no lo hagas y descansa. Prioriza las tareas más importantes del hogar y repártelas. Lo que pueda esperar, que espere. 

Piensa que ya cuesta compatibilizar trabajo y maternidad, así que al menos que cuando llegues a casa, todo esté organizado y que todos cooperen.

Piensa en ti

Tienes poco tiempo, pero ese tiempo que tienes debe ser para ti. Cuídate, mímate y dedícate unos minutos al día, aunque sólo sean 15 o 20 al día.

Lee, pasea, mira un programa de televisión, escribe… lo que tú quieras, pero que te guste y sea exclusivo para ti. 

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Con tu pareja y familia

Cuida la pareja, una relación de pareja sana es esencial para que la casa tire hacia delante. Si todo va bien, estaréis más felices y si estáis más felices veréis las cosas con mayor optimismo. Y vuestros hijos se sentirán más seguros.

Si pasas por momentos delicados en tu pareja dedica tiempo para solucionarlo. Es importante que te cuides a ti y que os cuidéis como pareja. 

Pasa tiempo en familia. No dejes a tus hijos de lado porque no tengas tiempo o estés atareada, deja lo que no sea imprescindible y pasa más tiempo con tus hijos y con tu pareja. Ellos te lo agradecerán enormemente. El tiempo en familia jamás es tiempo perdido. 

No caigas en el error de sacrificar tu vida familiar por tener una vida laboral muy activa. Intenta compaginarlo debidamente.

¡No te dejes!

Tener poco tiempo no es excusa para dejarse físicamente. Cuídate y aliméntate bien. Si no tienes tiempo para hacer ejercicio no te preocupes, con tu día a día ya te ejercitas bien. Aunque si te gusta ejercitarte, utiliza los días libres para poder organizar tu deporte, que puede ser en familia también.

Mírate al espejo y siéntete guapa. Porque lo eres. Si no tienes tiempo para arreglarte mucho, píntate las uñas de ese color que tanto te gusta.

Y recuerda, eres madre, mujer trabajadora y quizá esposa, pero ante todo, eres mujer.