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Ser mamá en el día a día: Expectativa VS Realidad

Ser mamá cambia tu forma de ver el mundo. Después de tener un hijo, la atención se centra en él y sus actividades y problemas siempre estarán por encima de los tuyos. Ellos pasan a ser lo más importante de tu vida y desde ese momento todo cambia: incluso el significado de la palabra diversión. 

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Aunque no cambiemos a nuestros hijos por nada en el mundo, la maternidad es un poco distinta a como muchas veces la imaginamos. Estas imágenes revelan a la perfección la expectativa VS realidad de ser madre. ¡Te sentirás MUY identificada! Y aún así, ¡feliz!

#1 ¡No hay tiempo!

¿Te imaginabas como una madre organizada, con tiempo extra para disfrutar de tu tiempo libre? Error... Si cualquier madre tuviera la posibilidad de pedir un deseo, no hay lugar a dudas de cuál sería: ¡Tiempo extra! Imposible llegar a hacer todo lo que querríamos en 24 horas, ¿no? Así que improvisar, hacer mil cosas a la vez y solucionar problemas sobre la marcha es algo que todas aprendemos cuando somos madres. ¡No nos queda otra!

#2 ¿Limpios y prolijos siempre?

Si te los imaginabas siempre de punta en blanco... y bueno, hay cosas que pueden no ser tal como las teníamos en mente. Los chicos se ensucian y se despeinan... ¡siempre justo antes de salir! Y cuando al fin están todos listos te das cuenta de que vos estás con la camisa arrugada y no pudiste ni ponerte un poco de rubor. Y bueno, la desprolijidad puede ser un símbolo de felicidad, ¿no?

#3 Mientras ellos están en la escuela...

Si antes con tus amigas te la pasabas de fiesta en fiesta o arreglando qué ponerte para salir a la noche... te cuento que la maternidad no es tan así. Ahora las charlas son de las ofertas del super, el cole y las anécdotas de los chicos. Pero... ¿quién dijo que no puede ser divertido? Liberate y disfrutá de la maternidad.

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#4 Noche de chicas

Dejaste todo organizado. Tenés alguien que cuide de los chicos así que podés relajarte. ¿El plan? Cena con amigas, como en los viejos tiempos... o no tanto. La mitad de la noche recibís llamadas de S.O.S: tu marido porque no sabe dónde están los pañales o la niñera no puede lograr que tus hijos se duerman. El lugar ya no es el bar de antes y, si tomás algunas copas de más, a la mañana siguiente, padecés las consecuencias...

Conocés la realidad de ser mamá mejor que ninguna y nosotras compartimos ese sentimiento. ¡Te entendemos perfectamente! 

No hay nada en el mundo mejor que verlos sonreír y que escucharlos decir "mamá, te quiero". Sus abrazos valen todo el esfuerzo, el tiempo y el sacrificio. Tomate la maternidad con humor ¡y rebelate!

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