Demos un pasito más en esta larga etapa de embarazo. Llegamos a la semana 14 de embrazo y se empiezan a notar más cambios. Tu pancita comienza a tener algo de forma de la pancita típica de embarazada, y aunque quien no te conozca pueda no reconocer tu estado, tú sí notarás las diferencias. Tu bebé ya estará midiendo entre 8 y 11 centímetros de largo y su peso oscilará entre los 30 y 50 gramos.
Semana 14 de embarazo

Pero primero comencemos por lo que te ocurre a ti, los cambios que puedes percibir y te pueden generar dudas. Ello y más, tras el salto.
¿Te acuerdas de aquellas continuas ganas de ir al baño a orinar que tenías al comienzo del embarazo? Ya en este cuarto mes de embarazo pueden desaparecer. Esto sucederá si el útero cambia de posición y no genera más presión sobre tu vejiga urinaria. Lo que sí puede ser motivo de preocupación por tu parte podrá ser la congestión nasal que tengas o incluso hasta sangrado de la nariz. No te alarmes, es normal que ocurra esto a las embarazadas y se debe a el aumento del flujo sanguíneo que corre por tus venas, producido para el beneficio de tu criatura. También se puede deber a los efectos de las hormonas femeninas (estrógenos), que en esta etapa generan más mucosa.
Ahora centrémonos en esa critaturita que llevas dentro. Su rostro siguió evolucionando y cada vez se semeja más a lo que finalmente saldrá. Sus orejas ya están formadas y ocupan su lugar determinado, al igual que sus pequeños ojitos. Lo mismo ocurre con órganos que no son visibles como la laringe, la tráquea, y las cuerdas vocales.
En esta semana número 14 de embrazo, los organos sexuales externos comienzan a desarrollarse, pero aún no están en condiciones como para poder ser reconocibles por medio de ecografías, así que a seguir pensando ambos nombres: para nena y varón. Es más entretenido.









