A lo largo de la vida los seres humanos pasamos por diferentes etapas, y cada una tiene sus particularidades. Una de ella tiene lugar a partir de los seis años, etapa en la que comenzamos a sentir curiosidad por el aspecto sexual y de forma natural deseamos explorar y saber más al respecto. Es por eso que tal vez sorprendas a tu hijo tocándose con otro niño. ¿Estás preparada para ese momento?, ¿sabes qué deberías hacer?.
¿Qué hacer si mi hijo se toca con otro niño?

En primer lugar debes saber que aproximadamente entre los seis y siete años los niños comienzan con los juegos que implican un contacto más personal. Es común ver como en sus juegos asumen roles de mamá y papá para simular que son una familia que vive en una casa, o también les agrada jugar al doctor, haciendo uno el papel profesional y otro el del paciente, lo cual suelen intercambiar mientras dura el juego.
Estos papeles que reproducen jugando son ideales para que de algún modo la exploración cercana a lo sexual o muchas veces directamente sexual se perciba como más natural, como parte del mismo juego.
El que estos juegos o experiencias se realicen entre niños del mismo sexo, nada tiene que ver con que tomen luego una u otra orientación sexual, simplemente están explorando así es que no es el momento de sacar otras conclusiones.
Como padres lo recomendable es tener información y comprender que es algo habitual para la edad, pero también es conveniente estar relativamente cerca para poder darse cuenta si ambos niños están de acuerdo y no hay ninguno que fuerce al otro a hacer nada que el otro no quiera.
Aspectos que conviene considerar
Para estar tranquila y saber que todo macha con la naturalidad propia de la edad, observa que no haya mucha diferencia de edad ni de tamaño entre tu hijo y el otro niño, e infórmate acerca de los juegos que realizan para saber si se corresponden con la edad que tienen.
Por ejemplo, ten en cuenta que no es habitual permitir o que suceda algún tipo de penetración o sexo oral; sin embargo, el tocarse las partes íntimas con la famosa frase “si tú me muestras yo te muestro”, son totalmente normales. Además, muchos niños han visto en la televisión o han sorprendido a sus padres uno sobre otro e imitan las posturas y comportamientos.

Observa la actitud de tu hijo
Si ves que está triste, irritable o molesto, pregúntale quién tuvo la idea de jugar. Por lo general, cuando todo es de mutuo acuerdo, las emociones negativas no tienen lugar.
Puedes tener una conversación con tu hijo para explicarle de forma conveniente a su edad, cuáles son los limites o qué es lo que no tiene que estar dispuesto a hacer.
Si los sorprendes en pleno juego, intenta no actuar por impulso ya que podrías reaccionar de forma inapropiada y provocar malestar en los niños, o que de algún modo sientan que hacen algo malo o sucio que les haga sentir vergüenza en relación a sus cuerpos.
Siempre que el comportamiento de los niños esté dentro de lo que puede considerarse normal, no hay porqué alarmarse si éstos se tocan jugando. Pero en caso contrario, es importante que los padres de la otra parte involucrada tengan conocimiento de la situación y llegado el caso recurrir a una profesional.









