Para muchos niños la partida de una mascota es su primer contacto con la muerte. Ellos sienten curiosidad y realmente necesitan una explicación que los conforme, que sea clara y concisa para poder comenzar a transitar un duelo sano.
Qué decirle a tu hijo para que comprenda por qué su mascota ya no volverá

Los adultos, a veces, en un intento por suavizar el impacto de la triste noticia, hablamos de la muerte de una mascota en términos vagos. Esto deja a los más pequeños de la familia con ansiedad por no entender claramente qué es lo que pasó. Dedicar un tiempo a conversar es un buen momento para conectar con las emociones del niño y hablar del enojo y la tristeza que provoca una partida.
Cómo entienden los niños la muerte

Antes de dar la noticia a tu hijo, es importante saber cómo comprenden los niños la muerte. Según Annie Stuart, escritora con más de 25 años en temas de salud, los niños comprenden la muerte según su rango de edad.
- Antes de los 5 años, los niños tienden a ver la muerte como una situación temporal y reversible. Es probable que piensen que pueden revivir al animalito con llevarlo al veterinario o que se echen la culpa de que ya no esté.
- Entre los 6 y 8 años, los niños entienden que la muerte es irreversible, pero suelen pensar que le pasa a otros y que a ellos y a sus cercanos no les va a pasar nada. Así que es posible que entren en un estado de negación.
- De los 9 a los 11, los niños ya entienden que la muerte es inevitable y que algún día les va a pasar a sus familiares e incluso a ellos mismos. Sin embargo, es probable que aún se sientan culpables y crean haber ocasionado la muerte de su mascota.
Algunos consejos para abordar el tema

El sitio web Child development brinda algunos consejos dados por padres que tuvieron que comunicarle a sus hijos que su mascota murió. Por empezar, nunca mientas. Si dices que la mascota se escapó, huyó o que alguien se la llevó, crearás la falsa ilusión de que la mascota aún puede volver.
Puedes decirle: Mamá y papá tienen algo que contarte. [Nombra a la mascota] murió. Eso quiere decir que ya no podrás volver a jugar con ella otro día. Pero sí podrás seguir jugando con [nombre a otra mascota que tenga] y tus hermanos y amigos. Tú no has hecho nada malo, ella no murió por tu culpa, sino que ya se había divertido y disfrutado todo lo que pueden disfrutan [los perros, gatos, etc].
De ser posible, entierra a la mascota o realiza algún tipo de ritual que le permita a tu hijo darle un cierre a la relación. Mientras puedes animar a tu hijo a compartir sus historias acerca de los momentos bonitos que pasaron juntos.
Expresar honestamente tus sentimientos y sin avergonzarte ayudará a tu hijo a dejar fluir sus emociones y aprender a tratar con ellas.
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