Por estas razones no debes sentirte culpable si eres una mamá trabajadora

«Cuando tengo que ir a trabajar y dejo a mis hijos en casa me siento mal». Estas palabras las escucho muchas veces por parte de amigas y conocidas que tienen que dejar a sus hijos a cargo de alguien para ir a su trabajo o por parte de aquellas que trabajan en su casa pero por las obligaciones, no tienen tanto tiempo de atender a sus niños. 

Quiero que sepas que si te pasa esto, ¡no debes sentirte culpable! Y estas son las razones de ello:

Te gusta tu trabajo

Si eres una mamá trabajadora, seguramente lo haces no solo por el dinero, sino también porque te gusta la actividad que desarrollas. Tener hijos no significa renunciar a todo, más bien es tratar de encontrar un equilibrio entre las dos cosas.

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Tienes metas que cumplir

Muchas de nosotras nos fijamos una meta en la vida y no dejamos que nada nos aparte de llegar a ella. Tener hijos es una bendición, pero no son un impedimento para que sigas en tu camino hasta alcanzar los objetivos que te propusiste. 

Nunca vas a estar totalmente ausente de sus vidas

Siempre puedes encontrar momentos para estar con ellos y disfrutar de su compañía. Créeme cuando te digo que las mamás somos capaces de eso y de mucho más. Nadie trabaja las 24 horas del día, ¿verdad?

Te sentirás mucho más feliz

Trabajar es, más que una obligación, una necesidad. Es importante tener una actividad además de la de ser madre. Si tu trabajo te hace feliz y te permite tener un mejor pasar económico para darle a tus hijos todo lo que necesitan, ¿por qué te sientes culpable? ¡Al contrario! Deberías sentirte orgullosa porque ellos van a tomar tu ejemplo y serán personas de bien en un futuro. 

A tus hijos no les faltará nada

La vida moderna no es como hace 30 o 40 años atrás cuando las mujeres se quedaban en casa y los hombres de la familia eran quienes traían el sustento. Hoy en día ambos miembros de la pareja trabajan. La mayoría se muestra orgullosa de poder decir «gano mi dinero y así evito que a mis hijos les falten las cosas primordiales». Si esto no te quita la culpabilidad entonces no sé que más decirte.

Ser mamá y trabajar no tiene por qué hacer que te sientas culpable. Creo que es todo lo contrario, pues saber que le estás dando un ejemplo a tus hijos y que ellos tienen todo lo que necesitan es la mejor de las recompensas. 

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