Parto acuático: una opción legítima

A lo largo de la historia de la humanidad, las formas de parto, de traer una nueva vida al mundo, han variado de acuerdo a los tiempos y a la idiosincrasia y creencias de cada pueblo o cultura. Por ejemplo, en la Antigua Roma las mujeres parían de rodillas; las mujeres aztecas y las del Antiguo Egipto lo hacían de cuclillas, mientras que en la Antigua Grecia, Hipócrates aconsejaba a las mujeres el uso de la silla obstétrica.

En la actual cultura occidental, lo habitual es parir en forma natural o por cesárea, cuando así lo aconseja el médico. Puedes hacerlo en tu casa o en un sanatorio, e incluso desde hace ya muchos años, el hombre acompaña a la mujer durante el parto, y los más valientes hasta se animan a cortar el cordón.

Si estás analizando las opciones para decidir cómo quieres que tu pequeño llegue al mundo, hoy te cuento sobre el parto acuático.

¿En qué consiste un nacimiento acuático?

Se llama parto acuático al parto donde la mujer da a luz estando sumergida en una tina de agua. Por supuesto, esto debe hacerse bajo la supervisión de un médico durante todo el tiempo que dura el parto, ya sea que lo hagas en algún sanatorio que preste este tipo de servicio o en tu domicilio .

Con la atención médica adecuada, esta forma de parto es una manera legítima y segura de que los bebés lleguen al mundo, ya que nacen con un impulso innato, llamado "reflejo de buceo", que impide que el agua penetre en las vías respiratorias, y que sólo se verá interrumpido si el bebé no está completamente sumergido en el agua al momento de nacer.

Jabones, aceites esenciales y sales de baño no deben agregarse al agua, ya que el medio ambiente donde nacerá el pequeño debe mantenerse en óptimas condiciones sanitarias.

Beneficios de un parto acuático

Muchos expertos creen que el parto natural en el agua ayuda a las mujeres a controlar los dolores de parto, ya que el agua suaviza la piel alrededor del perenium, lo que reduce la posibilidad de rasgado y episiotomía. Además, permite la liberación de hormonas como la oxitocina, la endorfina y la vasopresina, que beneficia a las mujeres que están asustadas o preocupadas por los dolores al momento de dar a luz.

También los bebés se ven beneficiados con este tipo de parto, pues el agua imita la sensación de encontrarse en el saco amiótico del útero, por lo que nacen más tranquilos y con menos sufrimiento.

Un nacimiento es siempre un motivo de felicidad, pero recuerda que siempre es importante que consultes con tu médico las mejores opciones para dar a luz a tu bebé, por su seguridad y la tuya propia.

Comparte cómo fue tu experiencia al momento de dar a luz y opina si tendrías un parto en el agua.