Niños albinos: cómo ayudarlos a no sentirse diferentes

Aún no se ha podido determinar si es o no una incapacidad, pero sí se sabe que implica un trastorno en el ser humano que lo porta. Se trata del albinismo, y lo que más llama la atención de los individuos albinos es su apariencia física, y de allí proviene muchas veces su falta de comprensión, y prejucio basado en esa apariencia.

El albino al ser bebé es más blanco que cualquier otro miembro de la familia, y se caracteriza por tener no sólo la piel sino tambien el pelo blanco. Sus ojos pueden tener dificultades para enfocar y pueden tener estrabismo, que se corrige con lentes. Y necesitan protegerse mucho la vista del sol.

Esto puede hacer sentir diferente al niño del resto, y llevarlo a esforzarse por ser lo más similar a sus coetáneos, pero eso solamente generará persión en el niño, además de trastornos emocionales.

Es necesario que el niño comprenda que es una persona completa, que no se sienta aislado ni incomprendido. El albinismo trata sobre una incapacidad de la vista, pero no es lo mismo que la ceguera, y vale desmitificar algunas creencias erróneas, como ser que los niños albinos tienen ojos rojos.

Otro mito es que un niño albino afro-americano nace de la unión de una mujer afroamericana y un hombre blanco. Esto no es así. Es fundamental que la familia se informe sobre el albinismo, para así poder ayudar a su hijo y contenerlo en todos los aspectos posibles. Para ello, pueden permitirse instancias con su hijo donde le permitan a él expresar lo que siente y lo que experimenta, así como la ayuda de un terapeuta puede ser muy útil también.

Vía | tsbvi