Los primeros pasos de mi bebé fueron más que esperados, le llevó su tiempo darlos. Comenzó a caminar solito a los 14 meses, persiguiendo una tortuguita de juguete que se movía sola, pero desde bastante antes andaba por la casa gateando y arrasando con todo a su paso.
Los primeros pasos y la redecoración del hogar

Mi casa no era apta para bebés... me lo dijo una amiga un día que vino a visitarme y lo confirmé cuando mi niño comenzó a ganar autonomía. Biblioteca llena de libros, cds, dvds, electrónicos, enchufes, un verdadero parque de diversiones para un bebé y un ataque de nervios para una mamá.
Así que de a poco, y a medida que fue llegando a los diferentes estantes, los fue conquistando y vaciando, conquista que aún sigue... en cualquier momento mi biblioteca muta y pasa a ser una estantería de juguetes, debo reconocer que ya está a mitad de camino.
Precauciones ante los primeros pasos del bebé
Creo que después de las primeras comidas lo que más espera una mamá son los primeros pasos, esa autonomía y libertad que le da moverse libremente de un lado a otro, que es fantástico de ver y disfrutar, pero lo expone a muchísimas cosas.
Por un lado esta etapa es hermosa, sobre todo para nuestra espalda y más aún si estamos hablando de un bebé pesadito, pero por otro lado está llena de peligros, Lisandro todavía no entendía el no, o se hacía el que no entendía, así que alguna cosita que otra rompió, por ejemplo un plato que sacó de adentro del mueble de la cocina, alguna tapa de libro, en fin, nada que no se pueda reponer.
Los recipientes de plástico eran y son unas de las cosas más divertidas de la cocina, bueno, es que con algo le tengo que dejar jugar. Está prohibido tocar la cocina, pero el estante de los plásticos está permitido, siempre y cuando ayude a guardar.

Seguridad en el hogar
Verlo caminar y andar es muy lindo, pero con esos pasos también vienen las caídas. Hay que estar atentas, no digo no dejarlo andar e investigar, sino que hay que tener cuidado con los escalones, las puntas de los muebles y sobre todo prestar especial atención a cuando están muy cansados. Cuando están muy cansados parece que sacaran energía extra de vaya a saber uno dónde y son más susceptibles a las caídas y golpes.
La práctica hace al maestro dicen, así que de tanto caminar van agarrando confianza, y ese escaloncito que daba problemas, y tenía que pedir ayuda para subir o bajar, ya dejó de serlo, y así otras cosas, como por ejemplo abrir puertas, abrir canillas...
Cada día es un descubrimiento, está en nosotros los papás y mamás orientar ese instinto de investigador para que los peligros sean mínimos así como los accidentes.
Acompáñame la próxima semana para compartir más experiencias De mamá a mamá.









