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Los ojos y oídos de los recién nacidos

Hace unos días tratamos el tema de la cabeza de los recién nacidos, el cuidado de la fontanela y algunas patologías que pueden aparecer. Siguiendo con el tema les propongo ver cuáles son los cuidados que debemos tener con los ojos y oídos de los recién nacidos.

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No es aconsejable hurgar los oídos del bebé debido a que se trata de uno de los órganos más sensibles de su cuerpo, y cualquier manipulación inadecuada puede provocar lesiones irreversibles.No es recomendable introducirle un bastoncito de algodón para limpiarle la cera, ya que podría perforarle el tímpano, además la cera protege de las infecciones en esa etapa tan delicada de su vida.

Si se puede limpiarle con un algodón o una gasa húmeda los lóbulos de las orejas teniendo especial cuidado en que no se cuelen gotas de líquido en los oídos.

Con respecto a los ojos, en algunos casos a los recién nacidos le  supuran los rabillos o se les forma una especie de costra amarilla. Este tipo de afecciones es el resultado de la obstrucción de los lagrimales por razones diversas. Lo normal es que el problema desaparezca en dos o tres días después de proceder a la limpieza de la zona con una gasa humedecida en agua templada.