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Las consecuencias de hacer comparaciones entre hermanos

Ya se dice que las comparaciones son odiosas, y creo que así es. Desafortunadamente es algo que sucede con frecuencia entre hermanos. El hecho de que alguien aprecie o desvalorice tus cualidades en relación a otra persona no solo es injusto, sino que puede influir negativa o positivamente de manera muy significativa según sea el caso.

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Sentimientos negativos entre hermanos

Podemos comparar a consciencia o sin darnos cuenta de que lo estamos haciendo; lo cierto es que cuando esto lo hacen los padres con sus hijos de forma frecuente se vuelve muy perjudicial porque poco a poco se va acentuando una diferencia entre hermanos que genera una rivalidad.

Es muy duro para ellos, porque cuando se establecen distinciones en el trato o en las actitudes y reacciones siempre hay uno que queda en una posición inferior, lo que sin duda hará que tenga un sentimiento de inferioridad y una sensación de que se lo quiere y considera menos que a su hermano.

Es habitual que cuando el hermano mayor se siente tratado de modo diferente desarrolle una conducta rebelde en la que incluye celos y competitividad hasta por cosas mínimas; esto puede durar toda la vida o disolverse en la edad adulta, haciendo que la relación entre hermanos sea normal.

Ver también: Cómo reducir los celos en los niños

Imagen Thinkstock

Conductas autodestructivas

El comparar entre hermanos o con personas ajenas a la familia puede bajar la autoestima en los niños, haciendo que se sientan poco queridos, inútiles e inseguros de sí mismos. Tener actitudes humillantes o despreciativas hacia los hijos comparándolos entre sus hermanos puede alimentar comportamientos autodestructivos y antisociales como por ejemplo:

  • Consumir drogas
  • Beber alcohol
  • Robar
  • Mentir

Si bien todos los niños son diferentes, no es raro que cuando uno de los hermanos se siente disminuido por comparaciones que hacen sus padres, éste adopte una actitud de revancha contra ellos o la familia, comportándose de forma inadecuada para aportar motivos verdaderos por los que los padres puedan confirmar sus palabras tales como “Eres malo”, “Solo traes problemas", entre muchas otras.

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Ver más: Lo que nunca deberíamos decirles a nuestros hijos

Para que se vea más claro citaré un ejemplo: si a un niño se le dice de manera habitual "¡siempre te sucede algo, nunca se puede estar tranquilo contigo!", tendrá dos alternativas: una sería buscar la aprobación de sus padres, convirtiéndose en un niño perfecto que no cause ningún tipo de inconveniente; la otra sería a modo de rebeldía, hacer todo lo contrario para que sus padres confirmen la creencia que tienen sobre él.

Las consecuencias de hacer comparaciones entre hermanos pueden ser mucho más graves de lo que se piensa, no solo porque pueden ser el motivo por el cual los hermanos dejen de relacionarse por el resto de sus vidas, sino porque de forma individual y profunda afecta a cada uno en su amor propio.