En el mundo que viven los niños todo puede ser posible, por eso siempre tienen lugar para el asombro y la sorpresa. Es un mundo en donde no existen diversas intenciones, sino solo aquella que pueden percibir con sus sentidos y con su preciada imaginación. Seres auténticos y puros que dicen lo que sienten sin ningún tipo de conflicto de por medio.
La mágica carta de los Reyes Magos para que los padres lean a sus hijos

La añoranza de la infancia implica recordar aquellas historias que nos contaban nuestros padres y nuestros abuelos, historias maravillosas como la de los Reyes Magos. Si hay algo que recuerdo siempre con una sonrisa de mi niñez es la mañana de cada 6 de enero y las historias de los Reyes que mis abuelos me contaban a la hora de la siesta.
Siempre creí en su existencia, aunque otros dijeran lo contrario, hasta que no tuve otra alternativa que aceptar la realidad de los adultos porque, de hecho, ya estaba dejando de ser niña. Así que mis padres no tuvieron que hacer mucho trabajo para revelarme «la verdad». Pero hay muchos adultos que cada año se encuentran con un dilema muy común que le presentan sus hijos: «¿Es verdad que existen?».
Y ante una encrucijada de tal magnitud nada mejor que darles una explicación certera y mágica como la de esta carta que hace años está circulando por las redes sociales. No se sabe con exactitud su fuente, pero una publicación de Facebook en la que aparece la carta fue compartida por miles de personas.
Carta de los Reyes Magos a los padres

«—Mamá, mamá... mis amigas dicen que los Reyes Magos son los padres, ¿es verdad? La madre de María sonríe, le da un beso y le dice: —Mira, María... Tengo que enseñarte algo que guardo en este cajón desde hace 7 años. Su madre saca del cajón un sobre blanco. Lo abre y le dice a María: —Esta carta la recibimos en casa el día que naciste. Es una carta escrita por los Reyes Magos y que nos piden que les hagamos tres favores. ¿Quieres que te la lea? —¡Sí, mamá, por favor! Carta de los Reyes Magos Apreciado papá y apreciada mamá de María: Somos los Reyes Magos. Sabemos que acaba de nacer María. Es una niña preciosa que los va a hacer muy felices. Ya saben que cada 6 de enero nosotros vamos en silencio a la casa de todos los niños y les dejamos unos regalitos para celebrar el nacimiento del niño Jesús y para decirles lo orgullosos que estamos de ellos. Pero a partir de ahora no podremos hacerlo porque estamos muy viejitos y cada vez hay más y más niños en este mundo. No podemos ir a casa de todos. Además, ayer me caí del camello y me rompí el brazo (soy Melchor, un poquito torpe); Gaspar es muy lento porque camina con la ayuda de un viejo bastón y Baltasar, ¡nuestro viejito Baltasar!, se olvida siempre de dónde tiene la lista de los regalos. Como ves, ya estamos muy mayores y necesitamos pedirles tres favores muy importantes: Primer favor: que nos ayuden a poner los regalos a los niños. Cada padre y madre harán nuestro trabajo el día de Reyes: leerán las cartas de sus hijos y, con la misma ilusión que la nuestra, les pondrán los regalos como si fuéramos nosotros. Así todos los niños del mundo tendrán sus regalos y nosotros podremos descansar y ver, desde lo lejos, sus caritas de alegría. Segundo favor: como esto es un gran secreto, no se lo pueden decir a María hasta que cumpla los 7 años. Cuando tenga esta edad, ya será mayor y sabrá guardar este secreto. Los niños pequeños no deben saber que nosotros ya no podemos poner los regalos y que son los padres los que nos ayudan porque si no... ¿qué pensarán de nosotros? ¿Dónde estará la magia? El secreto solo se puede decir a los niños responsables, a los que ya pueden entender que nosotros los queremos mucho y que por eso pedimos ayuda a sus padres, las personas que más los quieren a ellos. Tercer favor: algunos padres que nos ayudan están enfermos o no tienen dinero para comprar regalos a sus hijos. Y también hay niños que no tienen la suerte de tener dos papás. Por eso, necesitamos que sus hijos se conviertan "un poquito" en Reyes Magos y compartan algunos regalos con los niños que no tienen tanta suerte como ellos. Nada más. ¿No es demasiado, verdad? Cuando María te pregunte por primera vez quiénes son los Reyes Magos léele esta carta. Entenderá por qué nosotros hemos confiado en ustedes para hacer nuestro trabajo: porque son las personas que más lo quieren en el mundo y que mejor pueden ver su enorme y bondadoso corazón de perla. Melchor, Gaspar y Baltasar»
El post que se hizo muy conocido en Facebook:
Solo es cuestión de tomarse un tiempo para darles una respuesta mágica que seguramente siempre recordarán con cariño.
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