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Hábitos nerviosos: ¿cómo manejarlos?

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Es común que en los niños aparezcan conductas que les ayudan a buscar calma, tales como chuparse el dedo, morderse las uñas, halarse el pelo o fruncir la nariz. Por lo general, estos hábitos desparecen por sí solos. Sin embargo, muchos de estos comportamientos pueden adoptar la forma de tics nerviosos.

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¿Qué son los tics nerviosos?

Los tics nerviosos no son más que contracciones involuntarias repetidas de uno o más músculos en distintas partes del cuerpo, aunque suelen presentarse con más frecuencia en cara, brazos y hombros. Son especies de espasmos repentinos, desagradables para su portador que no puede controlarlos. En los niños aparece entre las edades de cinco y diez años.

Causas de tics nerviosos en los niños

Aunque todavía no se explica bien cuál es la causa exacta y el mecanismo que subyace a los tics nerviosos, se cree que el estrés y la ansiedad son dos de los elementos que más influyen en su aparición.

Maneras de enfrentar los hábitos y tics nerviosos

Lo primero que aconsejan los expertos en estos casos es tener mucha paciencia. Lo más probable es que con el crecimiento estos hábitos vayan desapareciendo. Aun así, los padres deben informarse sobre cuáles de estas conductas son normales de acuerdo a cada edad y cuáles son señales de que algo no va bien.

Si hay algún comportamiento específico que te preocupe ve de inmediato a tu pediatra. Él podrá averiguar las causas que subyacen específicamente a dicha condición. Mas, como padre, tu tarea es averiguar qué puede estar expresando el niño con sus respuestas. ¿Hay tensiones en casa? ¿Ha habido algún cambio que pueda estarlo afectando? Es muy importante que encuentres la causa psicológica al problema.

No trates nunca de castigar al niño ni de hablarle con dureza porque tiene estos hábitos. Debes saber que tu hijo no tiene la culpa de estar pasando por esta etapa. Si logras reducir su ansiedad y las tensiones que vive, lo más probable es que el tic se vaya eliminando paulatinamente.

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Muchas veces una forma intolerante de manejar el tic en el niño se convierte en una exigencia tan grande para el menor ―incapaz de ponerle fin al problema― que ello genera mayor ansiedad , expresada a su vez en un reforzamiento de la conducta.

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Solo debes relajarte, si el especialista considera que hay algún problema neurológico, procederá a un tratamiento puntual; en cambio si no es de gravedad, permite que tu hijo se exprese libremente de modo que las tensiones tanto físicas como psíquicas del día puedan irse liberando. Ello también es parte del desarrollo infantil.

Más sobre conductas infantiles en: Trastorno de Déficit de Atención por Hiperactividad en niños.