Estrategias para evitar discusiones inútiles con nuestros hijos

Que levante la mano la madre que no tiene que repetir cientos de veces las mismas cosas: "hijo, por favor, no tires tu mochila cuando llegas del colegio en el hall de entrada"; "por favor, hija, ordena tu habitación"; "la cena está lista" (¿cuántas veces más debo llamarlos a comer?); y así, sucesivas frases que repetimos en los sucesivos días de los sucesivos años.

Pero hay algo peor que repetir cientos de veces las mismas frases, y es cuando se reiteran las mismas discusiones con nuestros hijos una y otra vez. Porque nuestros niños pueden ser bastante argumentativos cuando la situación así lo requiere.

Por eso, para todas las madres que levantaron la mano, hoy les sugiero algunas estrategias para evitar las discusiones inútiles con nuestros hijos.

Decide por lo que vale la pena luchar

Al decir esto, me viene a la memoria una frase del libro Manual del guerrero de la luz, del escritor Paulo Coelho, que dice que "un guerrero de la luz sabe elegir sus batallas". Esto quiere decir saber diferenciar por qué temas vale la pena realmente entablar una discusión con nuestros hijos.

Realiza una lista de diez cosas que necesitas que por fín tus hijos realicen, sin necesidad de repetírselas todos los días. De esa lista, escoge las tres primeras, que seguramente serán las más importantes para tí, y acuerda con tu hijo, que a partir de ese momento necesitas que se ocupe de esas tres cosas, sin necesidad de tener que repetírselas constantemente.

Implementa consecuencias

Nuevamente has tropezado con la mochila de tu hijo, arrojada sin cuidado en el pasillo, y faltó poco para que rodaras al suelo. Pero esta vez no reclamarás, no gritarás, ni te enojarás. Tomarás la mochila y en silencio, la esconderás. Cuando tu pequeño la necesite, la busque y no la encuentre, seguramente te preguntará , "Mami, ¿viste mi mochila?". A lo que contestarás que debe estar donde seguramente  la dejó cuando entró en su casa.

Luego de quince minutos de búsqueda frenética, le darás la mochila y ahora que tienes toda su atención, le dirás que la próxima vez que deje su mochila donde no corresponde, habrá consecuencias sin especificar cuáles serán.

Llega a un acuerdo

Busca un lugar neutral, un paseo en el parque o compartir un jugo de frutas en la confitería preferida de tu hijo. Aprovecha para hacerle saber que tienen que resolver un problema que se interpone entre los dos, el cual les hace malgastar energías innecesarias. Comparte tu punto de vista, escucha sus argumentos y juntos lleguen a un acuerdo. Acordar y escuchar al otro suele tener mejores resultados que cualquier castigo.

Evita discutir desde la otra habitación con tu hijo; no utilices el sarcasmo, esto sólo abrirá la brecha para la falta de respeto; no te compares, eso de decir lo que tú hacías cuando eras chico, y que siempre suele ser lo correcto, te puede restar credibilidad, y por supuesto, no insultes ni etiquetes, las etiquetas, de tanto repetirse, terminan adosándose dolorosamente al corazón de nuestros pequeños.

Encuentra interesantes iniciadores de diálogo con nuestros hijos. ¿Cómo haces para evitar discusiones con tus niños?