Varios maestros consideran durante los últimos meses del curso escolar, la posibilidad de que un alumno repita el año porque consideran que será mejor para asentar sus conocimientos. Parece que repetir curso está de moda, cuando en realidad no debería ser así pues puede ser una intervención ineficaz y posiblemente perjudicial para el niño.
¿Es bueno para un niño repetir el curso escolar?

¿Dónde está exactamente el problema?, ¿es el alumno el que ha fallado? Como pedagoga terapéutica, psicopedagoga y también como madre, opino que en muchos casos, el que un niño deba repetir curso se debe a una mala gestión educativa, tanto en la escuela como en casa.
Entonces, ¿es buena o mala idea que los alumnos repitan curso? A continuación te hablaré sobre qué ocurre cuando los alumnos repiten curso, para que seas tú misma quien valore si realmente vale la pena o no que un niño repita curso cuando el entorno no ha sabido ser capaz de ver sus necesidades reales (que a veces no son académicas, sino emocionales).
Los beneficios son a corto plazo

Al principio, los alumnos pueden mejorar en los estudios porque estarán repitiendo materias y contenidos que ya saben, pero cuando pasen dos o tres años... todo esto habrá quedado en nada. Estarán frente a nuevos temas, pero la realidad es que no habrá recibido ningún tipo de ayuda en relación con los problemas que les hicieron repetir, ellos siguen luchando pero el entorno sólo mira como observador.
Cuando un niño repetidor llega a la adolescencia suele tener diferentes intereses respecto a los alumnos que no han repetido curso.
Los alumnos repetidores suelen tener más problemas sociales, de comportamiento y es más probable que abandonen la escuela o que exista un fracaso escolar a causa de la falta de motivación, algo que muy probablemente es lo que le hizo repetir curso pero nadie lo previó a tiempo ni mucho menos le ayudó a superar ese obstáculo emocional.
El repetir el año escolar le hace creer al alumno que es incompetente o incapaz de hacer las cosas bien, puede ser un acontecimiento traumático o por lo poco, muy estresante.
La repetición de curso no es la solución al problema

Hacer repetir a un alumno para que aprenda bien todo el contenido de un año no es la solución.
Aunque queden contenidos sin dominar, un alumno promovido de año es capaz de mejorar su calificación e incluso adquirir los conocimientos que quedaron atrás durante el siguiente año. Pero para ello tanto padres como profesionales educativos deben trabajar para saber por qué el alumno va mal en la escuela, qué causa esas bajas calificaciones.
Cuando un niño presenta dificultades escolares no hay que ignorar nunca lo que está sucediendo. La pregunta no es saber si el alumno debe o no pasar de curso, lo que se debe saber es qué le pasa emocionalmente y cómo solucionarlo.
La participación de los padres es lo que realmente importa para que un alumno pueda mejorar considerablemente su rendimiento. Si los padres no muestran apoyo y comprensión el alumno pensará que no es importante y no prestará motivación a solucionar lo que está ocurriendo. Por eso se necesita que exista una estrecha colaboración entre padres y los profesionales educativos.
Los padres debemos interesarnos por la metodología de trabajo de la escuela, el estilo de aprendizaje de nuestro hijo y conocer sus fortalezas y debilidades académicas. Quizá necesita un apoyo extra dentro y fuera de la escuela, o pasar más tiempo con sus padres, o encontrar el equilibrio emocional... pero todo esto no se sabe haciendo que un alumno repita en la escuela.
María José Roldán tiene una diplomatura como Maestra de Educación Especial (Pedagogía Terapéutica) cursada en la Universidad de Barcelona, España, en la Facultad de Formación del Profesorado. Además, es licenciada en Psicopedagogía por la UOC (Universidad Abierta de Cataluña, España). Desde el 2008 trabaja en contacto con el sector educativo y brinda asesoramiento individual a padres y madres.









