Disney se equivoca: 5 formas de ser la mejor madrastra del mundo

Durante muchos años, Disney y más marcas de historias infantiles han hecho ver a las madrastras como las malas de la película. En la vida real, estas mujeres no siempre buscan mandar a sus hijastros a asear toda la casa, mientras ellas intentan poner su pie en un zapato de cristal o están preguntándole a un espejo quién es la más bonita de todas.

Las madrastras son valientes mujeres que han decidido “adoptar” los hijos de su pareja por más complicado que sea el asunto. ¿Quieres ser una de ellas?

1. No eres su madre

Es importante recordar lo que en realidad eres para estos chicos: la nueva pareja de su padre. Deja que ellos lleven el rumbo hasta que puedan aceptarte.

2. No te ofendas fácilmente

Recuerda que se trata de niños o adolescentes que pasaron por la separación o la muerte de alguno de sus padres. Pueden encontrarse heridos o vulnerables emocionalmente, y muy seguro que te lo harán saber de la peor forma.

Tómate las cosas con calma, sé paciente y ponte en sus zapatos. ¿Cómo te sentirías tú?

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3. No te hagas altas expectativas

Tu vida probablemente no será color de rosa con una familia ensamblada. Aléjate de las expectativas poco realistas y mira las cosas tal y como son. Si se te hace muy difícil, busca ayuda de un profesional o consejero marital.

4. No te metas en problemas ajenos

Estos chicos pueden portarse mal, pero no tienes nada que ver en ello a menos que hayan hecho algo grave en tu contra.

Lo mejor es que le digas a su padre lo que han hecho y que él se encargue. Aunque deben respetarte, no es tu trabajo criarlos.

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5. Amor ante todo

Sea una buena o mala situación, ser madrastra te da la oportunidad de amar a una nueva personita. Acepta y abraza esta situación y aprende a aprovechar el momento para aprender todo lo que puedas. Dedícale amor y atención a tu nuevo rol para que tu familia pueda permanecer unida sanamente.

Ser madrastra es difícil, pero no imposible. Lo importante es saber como jugar las cartas y estar muy clara de tu posición. No eres la madre de estos niños, ni nada especial para ellos, pero tampoco los estás hechizando a través de un espejo. Con paciencia y amor te irá muy bien.