Las futuras madres deben de ser precavidas con su salud, de hecho existen una serie de cuidados y precauciones que una mujer embarazada, junto con su médico, pueden tomar para mejorar su salud y la del bebé.
Cuidados especiales de los embarazos gemelares
Por:Univision
En el caso de los embarazos múltiples los cuidados deben ser mayores debido a que este tipo de embarazos resultan más agotadores, por lo tanto el descanso es fundamental a lo largo de los nueve meses.
Si bien el organismo de la madre se adapta, el esfuerzo de cada órgano será el doble y las molestias se multiplican, sobre todo al final de la gestación.
Es recomendable realizar ejercicio, para fortalecer los músculos, la gimnasia para embarazadas es el ejercicio más apropiado, pero, después de la semana 24 del embarazo se debe ser cuidadosa ya que se corre riesgo de amenaza de parto pretérmino.
El nacimiento de gemelos suele adelantarse, produciéndose en la semana 37 debido a la falta de espacio en la cavidad uterina. Este adelanto hace que los bebés tengan un peso menor al nacer.
Los controles médicos son más de los que implica un embarazo normal debido a que hay más riegos de padecer alteraciones, como hipertensión arterial, anemia o edema.
Las visitas al médico seguramente serán dos veces al mes en los primeros tres meses, y una vez a la semana durante el tercer trimestre, y a medida que se acerca la fecha del parto los chequeos serán más intensos, principalmente para determinar si existe el riesgo de parto prematuro.
La alimentación también es muy importante ya que de ella dependerá la salud de los bebés. Un aumento de peso adecuado de la mamá en la primera etapa de su embarazo ayuda al desarrollo de la placenta, aumentando su capacidad para producir los nutrientes que necesitan los bebés para desarrollarse.
Si el médico confirma un posible adelanto del nacimiento seguramente recomiende reposo absoluto y en último caso puede recomendar tratamiento con medicamentos que ayudan a retrasar el trabajo de parto.
Generalmente los médicos recomiendan una reducción de las actividades entre la semana 20 y 30 de gestación.