Cuando los niños se ponen agresivos...

En los primeros años de nuestros hijos, se puede decir que por momentos es normal que puedan tener algunas actitudes agresivas. Y esto se debe a que están explorando la independencia y formando su propia personalidad.

Gritos, berrinches, empujones y hasta mordiscos, pueden llegar a ser los medios utilizados por los pequeños para hacerte saber a tí y al mundo, que las cosas no son como él las quiere. Para que no desesperes, te traigo algunos consejos para que sepas cómo manejar esos momentos en que tu hijo se pone agresivo y parece tranformarse en el hijo del "Rey León".

Cómo cambiar el comportamiento agresivo en niños

Antes que nada tienes que entender que muchas veces los niños pequeños recurren a los golpes o a la agresión, porque no pueden medir la gravedad del hecho ni las consecuencias de sus acciones, y además les cuesta poner en palabras lo que realmente les molesta. Aunque puede parecer difícil manejar este tipo de situaciones, hay algunas cosas que puedes hacer para cambiar o moderar este comportamiento en tu pequeño.

Primero, trata de entender aquella situación que puede provocar en tu hijo una situación estresante, que lo lleve a ponerse molesto. Por ejemplo, si sientes que tu hijo se sobreexcita en una reunión con mucha gente, trata de encontrar algunos momentos para apartarlo y que tome aire.

Cuando debas establecer algún límite frente a un hecho desafortunado, no lo hagas en forma agresiva, ni mostrándote enojada, mucho menos, gritándole o haciendo algún ademán intimidante. Sé firme, pero suave. Si tú te muestras agresiva eso es lo que aprenderá y repetirá tu pequeño.

Elogia sus buenos modos y su buen comportamiento. Esto les marcará la diferencia entre lo que es correcto y lo que no lo es. Si notas a tu pequeño nervioso, encuentra alguna actividad de tipo relajante, como trabajar en el jardín; leerle alguno de sus cuentos preferidos; jugar juntos un juego de mesa o simplemente mirar juntos algún DVD de su película favorita.

Es importante que tu pequeño entienda que puede demostrar sus sentimientos, sin necesidad de lastimar o herir a otros.

¿Cuándo la agresión es una señal de alerta?

Muchas veces, a pesar de los esfuerzos, el empeño y la dedicación de los padres, el comportamiento agresivo de los niños parece no aplacarse. En esos momentos, se debe recurrir al profesional, es decir, al pediatra de confianza para que nos oriente en los pasos a seguir.

Si notas que tu pequeño no puede interactuar o relacionarse con otros niños, parece estar casi todo el tiempo enojado o molesto y nada parece alegrarlo; ha causado un grave daño a otro pequeño, y ha ocurrido varias veces, es hora de consultar con el pediatra.

Recuerda que el comportamiento de tu hijo es un pedido de ayuda, y que el único que puede tenderle una mano abierta y amorosa eres tú.

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