Los tiempos han cambiado mucho. Hoy en día, hay actividades que los adultos no podíamos hacer de niños porque no existían o incluso puede que a algunas de ellas no tuviéramos acceso debido al coste que implicaba. ¿Te sucede? ¿Eres un adulto que desea hacer cosas de niños? Seguro que no estás solo.
Cosas de niños que nos gustaría hacer de adultos

La ilusión de un mundo mágico

Creer en la magia es cosa de niños, aunque algunos adultos pensemos que es posible. La realidad es que de niños todo se ve potencialmente posible. Si tuviéramos la capacidad de continuar pensando y creyendo de ese modo, quizá podría convertirse en una hermosa realidad.
Disfrutar de la lluvia

Para los adultos parece que la lluvia fuera una verdadera maldición; ni buen comienza a llover todo el mundo corre y se pone de mal humor. Hace poco veía a cuatro niños jugando bajo la lluvia como si fuera un radiante día de sol. ¡Qué bueno es poder disfrutar sin prejuicios ni preocupaciones!
Cenar el desayuno

Esto sí que lo he hecho de pequeña y me encanta hacerlo de grande. No es que este bien, pero creo que de vez en cuando tampoco está del todo mal. ¡No me resisto a unos crepés con dulce de leche acompañados de una taza de chocolate caliente a la hora de la cena en pleno invierno! ¡Lo cambio por el guiso de lentejas!
Dar volteretas
¿Recuerdas cuándo fue la última vez que diste volteretas? Yo creo que tendría 7 años, pero me encantaría por ejemplo alguna vez tirarme y comenzar a rodar terreno abajo sobre un césped acolchado y verde.
Comer en la cama

Si alguien ha recibido el desayuno o la comida en la cama siendo niña, sería porque seguro estaba enferma. Hoy en día muchos pequeños pueden disfrutar de la confortable sensación de comer en sus camas cuando no tienen que ir al colegio y hace mucho frío. ¡Yo también quiero!
Quedarse despierto hasta la madrugada

Y sí, es algo que sólo los niños pueden hacer sin agotarse. En mi caso es imposible, es como si bien bajara el sol necesitara irme a dormir, aunque claro es solo el deseo ya que la realidad es otra. Sin embargo, me encantaría quedarme toda una noche despierta para ver desde el atardecer hasta el amanecer. Disfrutar del enigma y de la quietud de la noche, quizá sea algo que todavía en algún momento podamos llegar a hacer de adultos.
Hacer un pijama party

Las fiestas de pijama del fin de semana las puedo disfrutar a través de mi hijo, aunque no es lo mismo. La realidad es que son momentos únicos que vivimos cuando somos niños. La ilusión de quedarnos toda la noche despiertos charlando y comiendo golosinas y cosas ricas hasta que nos venciera el sueño, son cosas que no vuelven. A menos que planificáramos un pijama party de adultos, ¿te imaginas?
Y tú, ¿qué cosas extrañas de tu infancia? ¿Qué actividades de niña te gustaría volver a hacer siendo una adulta?









