Consejos para poner límites a los hijos

Creo que uno de los mayores desafíos que tenemos como padres es poner límites. Y a veces puede resultar una tarea agotadora, que te lleva prácticamente todas las horas que permaneces despierta. Según la psicóloga Audrey Ricker, utilizar el "no" con demasiada frecuencia, puede hacer que tu pequeño subestime el valor de esta pequeña palabra.

Por eso, hoy te proponemos algunos consejos para poner límites a los hijos a través de frases para reemplazar la palabra "no", pero que igualmente le enseñan a los chicos por qué no deben hacer determinadas cosas.

Formas positivas de poner límites

Es difícil encontrar una persona en el planeta a la que no le guste el helado. Imagínate a tu pequeño. Pero no debes ceder siempre ante sus reclamos, aunque se tire al piso y te entregue en una función privada el mejor berrinche de su vida. Actúa con paciencia, trata de calmarlo, diciéndole que no es saludable comer helado todo el tiempo, y que en cambio puedes ofrecerle un yogur o una fruta.

Nuestros pequeños necesitan entender ciertos límites, en lo que respecta al trato con los demás y con las cosas. Si su hermano está armando torres con bloques, y el más pequeño le derriba una y otra vez su construcción, deberás intervenir, explicándole que su hermano no quiere que le derribe la torre y proponiéndole que realice él sus propias construcciones.

Si tienes una mascota y tu pequeño suele molestarla tirándole de las orejas o la cola, deberás explicarles que eso le duele al animal, esto le ayudará a desarrollar empatía y conciencia de los sentimientos de otros seres vivos.

Es normal que cuando son pequeños, los niños manifiesten su enojo tratando de pegar. Es importante detener este comportamiento, diciéndoles que nosotros usamos las palabras y no las manos para decir como nos sentimos o lo que nos molesta. Esto lo ayudará a identificar sus propios sentimientos y en el futuro le será más fácil resolver los problemas.

También es importante inculcarles el cuidado por las cosas en tu hogar; repítele que las camas son para dormir, no para saltar, cuando intente realizar proezas brincando en ella; y que las sillas son para sentarse, no para pararse en ellas.

Evita los gritos; esto puede hacer que tu pequeño se sienta intimidado y asustado e incluso persista en su comportamiento negativo. Utiliza una voz suave, pero firme.

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