Consejos para padres de hijos muy sensibles

Hay muchas personas que subestiman a los niños sensibles. Los evalúan como criaturas débiles y exageradas. Sin embargo, en realidad no hay nada malo en los pequeños con este tipo de temperamento. Lo que sucede es que experimentan el mundo de una forma diferente y son afectados con mayor frecuencia por la realidad.

Dicho rasgo es innato y los padres deben saber educarlos apropiadamente para que aprendan a vivir en el mundo como personas sensibles. En lugar de intentar ajustar al menor a los requerimientos, muchas veces rígidos, de la sociedad, los padres deberían preocuparse por darles afecto y apoyo.

Determinar las causas

Por lo general los niños sensibles lloran mucho más que la media. Es su forma de manifestar cómo se están sintiendo. Lo primero que debe hacerse en estos casos es tratar de encontrar cuál es la causa de ese comportamiento. No siempre un niño llora por las mismas razones. El llanto en ellos es un lenguaje, lucha por aprender esos códigos para poder comprenderlo.

Ser realistas

Como es natural los padres tratarán de cambiar esa conducta recurrente en sus hijos. Bien, es menester ser realistas: ¿qué estamos tratando de lograr? ¿Queremos cambios radicales o variaciones en momentos determinados que puedan ir poco a poco trayendo más alegría al menor?

Recuerda que los niños, niños son. Los más sensibles no deben sentir que hay algo malo en ellos. Ve despacio y utiliza la inteligencia para que ayudes al pequeño a transmitir esa misma sensibilidad mediante palabras u otro lenguaje humano. Nunca lo presiones, respeta sus sentimientos y ayúdalo a insertarse en la vida.

Métodos

Cada niño es diferente, así que en cada casa hay que observar cuál puede ser el mejor método. Igual hay algunas estrategias que han probado funcionar en muchos casos:

• Respiración profunda: Se le pide al niño que respire profundamente, ello lo ayuda a relajarse a pensar con más claridad.

   

• Razonamiento: Es un método para niños que ya han alcanzado esta habilidad. Se conversa con ellos sobre las razones por las cuales están llorando y se les sugieren ideas para evitar la misma situación que causó el llanto la próxima vez. También se le explican modos de reaccionar alternativos.

   

• Afecto: Es parte de los restantes métodos y no debe faltar. Se le pueden dar abrazos y besos, de manera que el niño se sienta seguro y en confianza.

   

• Premios: Algunas personas intentan disminuir el llanto con alguna golosina o juguete. Si bien no está mal como muestra de apoyo, no debe ser el método que prime. Las cosas materiales no pueden sustituir a la recompensa espiritual.

Si tienes un niño sensible, busca tu propio método para ayudarlo a sobrellevar la realidad desde su naturaleza. Recuerda que detrás de muchos artistas o científicos, hubo una vez almas sensibles que aprendieron a interactuar con los demás y ser también útil para la sociedad. En EntrePadres puedes encontrar también diversos consejos para calmar el llanto en los bebés.