Lo que puede parecer un tema de estética en realidad se convierte en lo que verdaderamente es: los pechos cumplen una función biológica de suma importancia en la mujer como lo es el hecho de proporcionar el alimento vital a su hijo. Tanto así que el bebé no necesita de ningún suplemento adicional, con la leche materna basta. Pero esto no es igual de fácil para todas las mamas, las que tienen senos grandes pueden tener algunas molestias. Veamos cómo aliviarlas.
Consejos para amamantar cuando se tiene pechos grandes


#1 Utiliza un buen sujetador
Si el tamaño natural de tus pechos es grande, ya habrás observado cómo aumentaron de tamaño durante el embarazo; sin embargo, tienes que saber que cuando comiences a amamantar su tamaño seguirá fluctuando.
Por eso es básico que cuentes con un buen sostén, cómodo y a tu medida, ya que si es muy ajustado puede contribuir a que la producción de leche se vea reducida o tengas mastitis, una infección muy dolorosa.

#2 No duermas sin sujetador
Mucho se habla respecto a dormir o no con sujetador, pero la realidad es -en mi opinión como madre- imposible dormir sin sujetador durante el primer mes en que tiene lugar la bajada de la leche. Las fugas de leche son inevitables, tus senos están hinchados, sensibles y ¡todo se moja!
Tener un buen sujetador del tipo elástico es una solución para que duermas mejor. Entre el sostén y tus senos puedes colocar discos absorbentes y algodón para evitar fugas de leche, solo te en cuneta que el sujetador no tenga aros y sea de algodón.

#3 Posiciones para amamantar fácil
Hay posiciones que son muy incómodas para las mujeres que tienen pechos grandes, por eso es mejor buscar la del tipo lateral con el bebé recostado sobre la cama. Si optas por la típica posición de cuna entre tus brazos, solo ten cuidado de que tú seno no se apoye sobre el bebé, ya que podría resultarle molesto o faltarle la respiración durante la toma.
Prueba diferentes posiciones utilizando cojines o almohadas, muchas veces ofrecen una buena solución.

#4 Ayuda adicional
Toma tu mama con una mano a la vez que tu bebé succiona del pecho para contribuir a que tu bebé pueda prenderse bien del pezón, de lo contrario sentirá que se le escapa y puede irritarse o sentirse cansado para continuar con la toma. Muchas mujeres colocan sus manos sosteniendo la areola, pero no es una buena práctica porque además puede hacer que salga más leche de la que el bebé puede tragar.

#4 Usa un espejo
Si tienes los senos muy grandes es normal que no veas qué sucede debajo de éstos y es más probable que así sea si te encuentras dolorida a causa el parto o cesárea. Una buen a idea es colocarte frente a un espejo a la hora de dar el pecho al bebé, de éste modo podrás observarlo a través del reflejo.

#5 Evita estrías y comezón
Es natural que entre los pliegues de la piel o debajo de los senos grandes la comezón, ardor e irritación se presenten. Tienes las estrías debido al cambio de tamaño, por eso una buena recomendación es que siempre seques muy bien toda la mama y te laves solo con agua luego de cada toma. Para evitar hongos, bacterias e irritaciones además de hidratar la piel; aplica a diario aceite virgen de coco orgánico, aceite de oliva o aceite de almendras dulces.
Ten en cuenta estos consejos durante toda la lactancia materna para cuidar de tu piel mientras alimentas a tu bebé de la forma más sana.








